José Manuel López Alonso, ex presidente del Racing

Sabida la creciente relación del fútbol y los negocios del ladrillo o el cemento, habría que hacer recuento de los dirigentes de ese deporte que en las últimas décadas se han jugado los cuartos, a veces perdiéndolos, por el afán de presidir el club de su ciudad y hacerse (o consolidar) un nombre o un prestigio desde esa plataforma. Muchas veces, las cañas se vuelven lanzas, incluso por las circunstancias políticas del momento. Es el caso del empresario santanderino José Manuel López Alonso Polvorinos, presidente del Racing durante la turbulenta década de los setenta y primer presidente de la Liga de Fútbol Profesional. Falleció el pasado miércoles, 14 de octubre, en Santander tras una larga enfermedad. En su recuerdo, el club ha solicitado al Real Zaragoza que se guarde un minuto de silencio en el encuentro de este domingo en La Romareda.

En su etapa como máximo responsable del club santanderino, López Alonso tuvo que hacer frente a momentos difíciles. A veces le costaron anónimas, pero muy reales, amenazas de muerte, en una región, la vieja provincia de Santander (llamada Cantabria desde 1983), sacudida como pocas por un antivasquismo aún latente. La contratación de un entrenador que había destacado en el Athletic de Bilbao, el gran José María Maguregui, y de algunos jugadores del País Vasco, como Zubiría y Aitor Aguirre, estuvieron en el origen de sus problemas. Aitor Aguirre llegó a exhibir durante un partido oficial en el campo del Sardinero un brazalete negro en señal de luto por la muerte de un terrorista etarra a manos de la Guardia Civil. Imaginen el escándalo.

Pese a aquellos avatares, López Alonso fue un triunfador. En los seis ejercicios en que estuvo al frente del club, conoció dos ascensos y dos descensos, dejando al equipo en la máxima categoría, con jugadores como Marcos, Arteche, Quique Setién, Preciado, Damas, Geñupi o Ufarte.

López Alonso nació en Santander el 17 de mayo de 1934 y accedió a la presidencia del Racing en la temporada 1973/74. Había estudiado Derecho en las universidades de Deusto, Madrid y Valladolid, pero pronto se incorporó a la empresa familiar y comenzó una prolongada y exitosa actividad empresarial, también en el negocio de la construcción.