Las detenciones afloran las dos posiciones del PNV

La búsqueda de la unidad en la lucha contra ETA tendrá que salvar un primer escollo, la diferencia de registros en el PNV. Egibar la negó ayer, pero el contraste entre sus posiciones y las del presidente del partido, Iñigo Urkullu, es palpable. La insistencia con que éste aboga por un entendimiento en la revisión de los acuerdos en materia antiterrorista y la búsqueda de un nuevo acuerdo unitario choca con la acusación de Egibar de que quienes han ordenado las últimas detenciones de Batasuna "no quieren la desaparición de ETA" y han buscado abortar una iniciativa política de la izquierda abertzale que tendría ese objetivo. "No tengo datos de que en ese mundo hubiera ninguna iniciativa", dijo, sin embargo, Urkullu. Ya la víspera, en Madrid, había reprochado a los ahora detenidos que "no hayan hecho nada" desde 2007, es decir, desde que ETA rompió el proceso de paz. Sin embargo, pidió "contextualizar" las declaraciones de Egibar y reiteró que él también alberga "interrogantes" sobre las detenciones. Egibar recibió el apoyo abierto de Iñaki Gerenabarrena, presidente de la otra organización territorial peneuvista en sintonía con sus planteamientos, la alavesa, que le secundó repitiendo una por una sus palabras.

Ares emplaza a Iñigo Urkullu a "poner orden en su partido"

El portavoz parlamentario del PNV viene demostrando que mantiene activos sus apoyos internos e institucionales, como se percibe igualmente en las posiciones del diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano. "Los nacionalistas debemos colaborar para que se aplique el derecho a decidir", defendió el domingo. Urkullu rechazó expresamente el miércoles la posibilidad de oponer un frente nacionalista al acuerdo PSE-PP, apelando a la negativa experiencia pasada.

La intervención de Egibar ha enrarecido de paso las relaciones entre su partido y el Departamento de Interior, que se habían aproximado con la firma del acuerdo entre éste y Eudel para atajar en los municipios actuaciones que pretendan legitimar socialmente al terrorismo y, también, con los contactos discretos para acordar un protocolo para la movilización ciudadana contra ETA. El consejero, Rodolfo Ares, dijo ayer a Urkullu que "tiene que poner orden en su partido" y le emplazó a decir públicamente si está de acuerdo con aquella acusación de Egibar, que tachó de "miserable". "Algo tendrá que decir el presidente del PNV", instó Ares, ante la acusación a "gobiernos y jueces" de buscar la continuidad del terrorismo. Urkullu comprometió el miércoles en Madrid que el PNV trabajará "en el debilitamiento de ETA, tanto en el plano organizativo como en su deslegitimación social" y se ofreció a "un trabajo integral y con discreción" para un "nuevo acuerdo que nos permita abordar unidos la lucha" contra la banda. El portavoz parlamentario del PNV ya puso en solfa esa intención en la tribuna del Parlamento vasco hace dos semanas, tras conocerse los primeros pasos de esa exploración, iniciada entre el PSE y el PNV en Euskadi antes de las vacaciones. "A qué vienen esas noticias de nuevos acuerdos", se preguntó, si socialistas y populares tienen el suyo desde 2000 y "les ha llevado a Ajuria Enea". Egibar declaró "incompatibles" las estrategias contra ETA del PNV y el PSE. "Ustedes buscan su derrota; nosotros queremos que desaparezca", diferenció.