100 millones de capital privado para dos nuevas autovías
Los accesos a Costa da Morte y Celanova se financiarán con peaje en la sombra
La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras cuenta en el diseño de sus presupuestos para el próximo ejercicio con la aportación de unos 100 millones de euros procedentes del capital privado, que se sumarán a las partidas ordinarias, para acometer dos proyectos heredados del bipartito. Ese importe será el que destine al peaje en sombra de dos nuevas conexiones por autovía: la de la Costa da Morte que une Carballo con Berdoias, en la provincia de A Coruña, y la conexión de la A-52 con Celanova, en Ourense, que será vía de alta capacidad hasta la frontera portuguesa.
Fuentes del departamento que dirige Agustín Hernández aluden a la vía extrapresupuestaria del peaje en sombra para rematar estas dos vías, que son los primeros proyectos que pone en marcha el Gobierno de Fejióo con esta fórmula. Así, mediante una concesión, los usuarios no pagarán peaje por la utilización de ambas autovías, sino que es la Administración autonómica la que lo abona, a lo largo de los años, con cargo a las cuentas públicas y en función del tráfico generado. A cambio, la empresa adjudicataria acomete la obra.
La fórmula también se aplicará para conservación y mantenimiento
Las dos actuaciones forman parte del Plan de Mobilidade e Ordenación Viaria Estratéxica (MOVE), recientemente anunciado, y que prevé una inversión total de 4.265 millones de euros hasta el 2015, lo que supondrá, según la Xunta, "pasar de una tasa real de inversiones en obra pública del 0,9% del PIB actual al 1,2% en 2015". Pero para llegar a ese objetivo el reto pasa por movilizar recursos económicos que permitan alcanzar un 36% de dicha inversión con fondos procedentes del capital privado.
En 2010 serán esos 100 millones de euros, y el destino prioritario, según explican, ambos proyectos, "aunque se analizan en estos momentos más iniciativas similares". Medio Ambiente no descarta aplicar también esta fórmula para la conservación y mantenimiento de vías, licitando concesiones para luego abonar un canon anual a la adjudicataria de los trabajos.
La conexión del corredor de la Costa de la Morte entre Carballo y Berdoias no es de ahora. Se trata de uno de los proyectos comprometidos en el anterior Plan Galicia tras la catástrofe del Prestige, que la Xunta bipartita impulsó pero que se ha quedado a medio camino como consecuencia de la crisis. Medio Ambiente licitará este proyecto de nuevo, previsiblemente en noviembre, una vez que las empresas adjudicatarias (la UTE Ferrovial-Taboada y Ramos) renunciasen hace unos meses al proyecto por inviabilidad económica e incapacidad financiera. La autovía Carballo-Berdoias tendrá una longitud de 42,4 kilómetros y contaba con un presupuesto inicial de 219 millones de euros. Ahora, las previsiones de la Xunta son que sea realidad en 2011.
El otro de los proyectos, mucho más polémico en su origen, es el de la conexión de la A-52 y Celanova, adjudicado por el Gobierno de Touriño el pasado 6 de abril, apenas un mes después de perder las elecciones, cuando estaba en funciones. Las empresas beneficiarias de este proyecto son Copasa y Extraco, que asumen la construcción y explotación a través de una agrupación y que tendrán que desarrollar también las tareas de mantenimiento y reparación del tramo durante los 30 años que dura la concesión. A cambio recibirán un canon por cada vehículo que circule por la vía a partir de su entrada en servicio. Este tramo, de 18,7 kilómetros tendrá cuatro enlaces.
La Xunta fomentará este modelo a partir de ahora, cediendo la explotación de las vías a las empresas que se encarguen de su construcción a cambio de un canon en función del tráfico. La primera autovía que empezó a funcionar con este método fue Santiago-Brión, en febrero de 2008. En julio de ese año se inauguró la de O Salnés y en diciembre, la de O Barbanza. En conjunto, la financiación le cuesta a la Xunta un mínimo anual de 22,5 millones de euros.
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