El 9 d'Octubre se anuncia muy tenso

Las calles de Valencia desempeñan un papel clave en la jornada institucional del 9 d'Octubre. La procesión cívica de la senyera ocupa el centro de Valencia durante horas a lo largo de la mañana. La habitual manifestación convocada por la Comissió Nou d'Octubre, que aglutina a sindicatos, nacionalistas, partidos de izquierda y movimientos cívicos, tiene una vertiente reivindicativa que también se extiende por el centro de la ciudad a lo largo de la tarde. El Grupo de Acció Valencianista (GAV), registrado como partido político en 1995 y colectivo bien conocido de la extrema derecha valenciana, ha convocado otra manifestación la tarde del día de la fiesta institucional que debe concluir en el mismo punto que la marcha nacionalista, la plaza de Alfons el Magnànim, con apenas media hora de diferencia.

Nacionalistas y ultraderechistas también coincidirán en los actos matinales. El Bloc, que durante años evitó asistir a la procesión cívica, convoca por primera vez a sus militantes a seguir el recorrido de la senyera. Cargos institucionales del Bloc han participado siempre en la procesión. El Bloc Jove de Valencia acudió el año pasado a la marcha matinal con una pancarta propia. Pero es la primera vez que el secretario general del Bloc hace un llamamiento formal a sus seguidores para que acudan a la marcha institucional. "La presencia de la plataforma unitaria del valencianismo progresista es más que lógica y natural", explica Enric Morera, "y quiere contribuir a normalizar la fiesta de todos y todas".

Pero la convocatoria nacionalista viene acompañada de un requerimiento a la Delegación del Gobierno para que garantice la seguridad de sus militantes ante la cascada de amenazas vertidas contra ellos en la red de Internet por supuestos militantes del GAV. El partido ultra España 2000 también ha anunciado que participará formalmente en la procesión cívica con pancarta propia.

La Delegación del Gobierno afronta la situación con relativa calma y asegura que la presencia policial será más que suficiente para evitar altercados, tanto por la mañana como en las marchas vespertinas que confluirán en torno a la estatua de Jaume I.

Más allá de la histórica tensión entre los nacionalistas y los blaveros anticatalanistas, el enrarecido ambiente político que rodea al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y al conjunto del PP de la Comunidad Valenciana, abre otra puerta a la tensión.

En el seno de Iniciativa del Poble Valencià se debatía ayer sobre la oportunidad de acudir o no a los actos institucionales después de que Camps haya mentido ante el pleno de las Cortes y ante el juez del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

Jorge Alarte, secretario general del PSPV, confirmó ayer que participará en los actos institucionales del 9 d'Octubre. Pero hoy tiene previsto reunirse con los diputados del grupo parlamentario del PSPV para acordar una fórmula que permita a los socialistas expresar su evidente malestar por el descrédito al que la situación política de Camps extiende sobre el Consell de la Generalitat y las Cortes Valencianas.

Ya circulan mensajes telefónicos invitando a abuchear a Camps a lo largo de todo el recorrido de la senyera. Pero está claro que el PP también intentará que sus simpatizantes salgan a la calle para vitorear al presidente de la Generalitat.