Camps toma el Tribunal de las Aguas

Aplausos, piropos, fotos. La puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, donde ayer se celebró que el Tribunal de las Aguas fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, fue testigo de cómo el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, era recibido por centenares de personas. Ataviado con el blusón típico de los agricultores, el jefe del Consell, como un miembro más del tribunal, se sentó entre los síndicos como asistente privilegiado al acto. Ni un gesto ni una señal de la tormenta política que azota al presidente en relación con el caso Gürtel y la supuesta financiación irregular del PP valenciano.

Rodeado por cientos de personas, muchas de las cuales ni tan siquiera conocían los quehaceres de este jurado, su presidente, Vicente Nácher, afirmó que no pensaban que llegarían tan lejos. Como él, ninguno de los síndicos esperaba que llegara el premio. "Somos agricultores, lo que realmente nos preocupa es la tierra", declaró uno de ellos.

"The president of community! The president of community!", le intentaba explicar un señor mayor de Valencia a una pareja de alemanes que no entendían el porqué de los aplausos del público. Así, y entre piropos, fue recibido el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, quien además, fue el encargado de presidir la sesión de ayer. Después de dar la enhorabuena a los miembros del Tribunal de las Aguas, Camps afirmó que la declaración es un reconocimiento a un pueblo que ha hecho del agua un elemento de justicia, de honorabilidad y de futuro.

Además del jefe del Consell, que acudió acompañado por la consejera de Cultura, Trini Miró, quien también felicitó al Tribunal de las Aguas fue el primer teniente de alcalde del consistorio, Alfonso Grau. "Ojalá todos los tribunales se rigieran, como este, por el sentido común", manifestó. Por otra parte, la portavoz adjunta del Grupo Socialista en las Cortes Carmen Ninet calificó de "vergonzoso" que nadie hubiera invitado a los miembros del PSPV al acto, y acusó a Camps de hacer una utilización partidista de las instituciones.

Desde el pasado mes de febrero, solo se ha celebrado un juicio. Sin embargo, los miembros del tribunal afirman que seguirán reuniéndose cada jueves. "Los agricultores tienen cada vez más cultura y arreglan las cosas hablando, pero esperamos que no se pierda esta tradición", declaró uno de los síndicos.