El IVAM recrea la cueva donde Bañuelos doma sus piedras
La trayectoria escultórica de Alberto Bañuelos (Burgos, 1949) se cuantifica en 646 combates con piedras de todos los tamaños, texturas y colores. Conoce cada una de sus obras, porque suponen un esfuerzo para seleccionar el material, para ejecutar una maqueta previa ("con la piedra no te puedes equivocar, no hay marcha atrás") y para domar su naturaleza "igual que un egipcio hace 4.000 años, con un puntero y un martillo". El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) inauguró ayer la exposición Alberto Bañuelos, la liturgia de las piedras, en la que se recrea el taller del artista, y donde destacaba su obra 645, Homenaje a Robert Smithson. Después, Bañuelos mostró ayer su deseo de que el ajetreo acabara para poder volver a su "cueva" y continuar su solitario trabajo: "No concibo mi vida sin las piedras".