El tripartito se conjura para no centrar el debate en las consultas soberanistas

El escándalo sobre los informes superfluos y la crisis es suficiente. Los partidos que integran el tripartito no quieren dar más argumentos a la oposición y evitarán centrar el debate de política general que empieza hoy en el Parlament en las consultas soberanistas como la celebrada en Arenys de Munt (Maresme). El Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV-EUiA) se han dado por satisfechos con la decisión de Esquerra Republicana (ERC) de no presentar ninguna resolución en favor de las votaciones soberanistas.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, se reunió el miércoles con los portavoces parlamentarios de los partidos del tripartito, Miquel Iceta (PSC), Anna Simó (ERC) y Jaume Bosch (ICV-EUiA), para fijar las líneas maestras del debate. La idea es discutir sobre la crisis, la acción de gobierno y el despliegue del autogobierno. Y en ese esquema no caben propuestas independentistas. "No hay ningún pacto. No presentaremos ninguna resolución porque lo hemos hecho dos veces en los últimos años y porque las consultas se celebran a nivel local", aseguró Simó.

PSC, ERC e ICV-EUiA negocian una resolución contra la prostitución

No faltará, eso sí, una gran proclama soberanista por parte de Joan Puigcercós, presidente de ERC, que se explayará en su intervención en el derecho a decidir. "Será uno de los ejes de su discurso y hablará ampliamente de él", señaló Simó. Joan Ridao, secretario general de ERC, ya apuntó ayer, a preguntas de un periodista, que su partido está abierto a votar una resolución en favor de las consultas si alguien la presenta. "¿Alguien cree que vaya a hacerlo CiU?", se preguntó escéptico un dirigente de ERC. Felip Puig, secretario general adjunto de Convergència Democràtica (CDC), descartó que Arenys forme parte de su exposición central. "Es que no les interesa", dicen fuentes de Presidencia.

El tripartito tiene la certeza de que llega al último debate del mandato con los "deberes hechos". Montilla centrará su discurso en enumerar su obra de gobierno de este ejercicio: el acuerdo de financiación, la apertura del túnel de Bracons, el pacto de la Ley de Educación y el traspaso de Cercanías que se hará efectivo a partir del 1 de enero.

Con vistas a dar una imagen de unidad, los socios del tripartito están negociando una resolución sobre el problema de la prostitución en las áreas en las que la Generalitat tiene competencias, como la orientación laboral y el apoyo social. La consejera de Acción Social está trabajando en la resolución. El plan afectará a varios departamentos y aparcará temas que dependen del Gobierno central, como la lucha contra las mafias y el proxenetismo. No se tratará el proyecto de ley de la consejera Montserrat Tura para regular la prostitución, que está guardado en un cajón y no provoca unanimidad ni en el mismo PSC.

Mientras, CiU quiere que el debate gire básicamente alrededor de la economía y de las 600.000 familias que tienen a uno de sus miembros parados. "El tripartito parece el Titanic. Su receta contra la crisis ha caducado y pedimos que asuman responsabilidad en el tema de los informes", alegó Puig, que anunció que Mas planteará mañana un plan de medidas para salir de la crisis. El Partido Popular hará lo propio. Su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, acusó a Montilla de ser "cómplice" de la subida de impuestos y lamentó que la nueva financiación se nutra con impuestos "de las clases medias y trabajadoras".