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Urkullu se refugia en la ambigüedad en el primer Alderdi fuera del poder

El presidente del PNV deplora la "abolición sistemática" del Estatuto

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, salvó ayer el primer Alderdi Eguna (Día del Partido) que su partido vive en la oposición con un discurso que osciló entre la mirada al pasado, rememorando la vuelta del exilio del lehendakari Leizaola, la constitución de los primeros ayuntamientos democráticos y la aprobación del Estatuto de Gernika, todo ello hace 30 años, y la ambivalencia en los mensajes de futuro.

En estos se movió entre la promesa de responsabilidad y compromiso con la estabilidad institucional y una radical proclama contra lo que denominó "pacto de las Vascongadas" entre el PSE y el PP y la "abolición sistemática" del autogobierno vasco y el Estatuto, incluida una alusión al "viejo roble de Estella", en referencia al fracasado Estatuto de 1932, pero evocador también del pacto de acumulación de fuerzas nacionalistas de 1998.

Tampoco eludió la reivindicación del plan Ibarretxe, del "derecho a decidir", ni la referencia al de "ser consultados" y ofreció su homenaje al ausente ex lehendakari, cuya elección como candidato a Ajuria Enea por cuarta vez comunicó en este mismo acto hace un año, y para quien arrancó el más entusiasta y largo aplauso de la jornada tras un sonoro "¡Gora Ibarretxe!".

Urkullu fue el único orador -en las 29 ediciones anteriores el presidente del EBB compartía tribuna con el lehendakari del momento-, tras descartar la ejecutiva del PNV la intervención de los presidentes territoriales. Se evitó así el riesgo de lanzar mensajes cruzados o contradictorios, que ya se han dejado percibir en las primeras intervenciones parlamentarias de Joseba Egibar, su jefe de filas en la Cámara vasca. Egibar desautorizó en el Parlamento de Vitoria la posibilidad de un nuevo acuerdo en materia antiterrorista que Urkullu acababa de ofrecer y habían explorado este verano dirigentes del PNV y el PSE, también con el ministro del Interior.

La unidad interna es la principal preocupación, visualizada ayer cuando los dirigentes y cargos peneuvistas alzaron los brazos sosteniendo cartones para formar el lema de la celebración: Denok Bat ("Todos a una").

Urkullu descalificó el acuerdo PSE-PP que propició el cambio en Euskadi: está concebido en Madrid, dijo, "para que Euskadi sea una comunidad más de España". "Van a debilitar Euskadi. Van a diluir Euskadi. Nos quieren armonizar con el Estado", protestó. El Gobierno socialista de Patxi López "no defiende Euskadi", añadió.

Ese ataque frontal lo combinó con una promesa de futuro: el PNV va a mantener sus señas de identidad, que son "responsabilidad, estabilidad institucional y defensa de Euskadi". Ahí encajó Urkullu una alusión velada a la negociación sobre los Presupuestos Generales: "Lo mal que lo está haciendo Zapatero no invita a la esperanza, pero, por responsabilidad y por Euskadi, lo primero es lo primero. Si hay que negociar, negociar, si es posible acordar, acordar".

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