El Mallorca intimida en Son Moix

Sin sobresaltos, sin apenas inquietarse, el Mallorca pasó por encima del Valladolid para sumar su tercera victoria en la Liga. Comandado por Borja Valero y bendecido por el gran estado de forma de Aduriz, el equipo balear cuenta por triunfos sus partidos en Son Moix. Una media que, tras un mes de competición, ha situado a los de Manzano en posiciones europeas.

El Valladolid no es que suspendiera el examen, es que ni siquiera se presentó. El balance de los de Mendilibar fue de cero ocasiones en la primera mitad y apenas alguna insinuación en la segunda. Hasta ocho cambios había introducido el técnico vizcaíno respecto al último encuentro: varió su planteamiento ofensivo y, obligado por las sanciones de Arzo y Luis Prieto, diseñó una defensa inédita que no dio la talla. A los tres minutos, Nunes marcó el primer gol después de que Baraja le sirviera el balón en bandeja. Antes, dos de sus compañeros en la zaga habían fallado estrepitosamente en el rechace.

Tocados desde el inicio, los pucelanos no dieron guerra en ningún momento. El Mallorca no tuvo problemas para administrar la ventaja y enseñorearse del juego. El doble pivote que forman Valero y Mario Suárez funcionó como un compás y surtió de balones a los delanteros. Víctor Casadesús pudo ver puerta por dos veces y Tuni estuvo muy fino por la izquierda. Pero fue Aduriz quien volvió a demostrar su eficacia goleadora. Lanzado en vertical por Mario Suárez, el ex del Athletic cruzó la pelota ante la salida de Jacobo. Tras un fugaz acercamiento del Valladolid a balón parado, los locales concluyeron la faena gracias a un rápido contragolpe, esta vez con Valero como estilete. En su vuelta a la isla, el mediapunta es el verdadero artífice del buen arranque del Mallorca.