Empresas

Cuando comienzan a surgir las primeras protestas de los empresarios por el impacto en sus negocios de la subida de impuestos, en Andalucía asistiremos, esta semana, a distintos acontecimientos que pondrán de manifiesto la extraordinaria relación existente entre la Junta y el mundo empresarial o, mejor dicho, el privilegiado papel que juegan las instituciones como motor ante la falta de la pujanza necesaria en el sector privado. Ahí está la colocación, este lunes, de la primera piedra de la factoría de Alestis que se ubicará en terrenos anexos a la antigua Delphi, en Cádiz. Hasta tres consejeros asistirán al acto. El momento merece el realce necesario, sobre todo, si se tiene en cuenta que supone la consolidación de un gran conglomerado aeronáutico de primer nivel lejos ya de ser una simple industria prestamista de mano de obra.

El salto cualitativo que significa este paso cobra, incluso, más valor si se tiene en cuenta que absorberá buena parte de los ex empleados de Delphi, que apenas dos años después del cierre unilateral decidido por la multinacional norteamericana, o están recolocados o disfrutan de contratos de formación. No obstante, bien harían los dirigentes públicos en pasar a un segundo plano y dejar que una compañía como Alestis, con una considerable carga de trabajo e importantes desafíos tecnológicos, funcione sin la menor interferencia política posible. Con todo, la internacionalización de nuestras empresas se considera imprescindible más que nunca para escapar de la adversa situación en la que nos encontramos. En ese marco se inscribe el primer viaje al exterior Griñán. Como corresponde, será a Marruecos en una expedición con un alto contenido económico y cuyo mayor signo será la inauguración de la Expo Andalucía en Casablanca. Pues bien, habrá quien diga que se trata de un viaje de placer y turismo.