Ojo con los ingresos del Estado
Antes del 30 de septiembre el Gobierno deberá presentar ante el Parlamento, para su discusión y aprobación, el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para 2010 (PGE-2010). Dichos presupuestos son uno de los documentos más importantes de política económica, no sólo por el escenario macroeconómico que se dibuja y sobre el que se soportan el resto de las cifras, sino por todo el conjunto de previsiones que se hacen de ingresos y gastos para el año correspondiente.
Todos los ministerios y organismos públicos están muy pendientes de las cifras de gastos que aparecen en el presupuesto ya que, incluso en épocas de bonanza, suelen ser modificadas con recortes en el último momento. Pero estos esperados presupuestos deberán ser analizados con detenimiento en sus capítulos de ingresos. Por una parte, tendremos mayor concreción de las intenciones del Gobierno respecto a las anunciadas subidas de impuestos y, por otra, la financiación de las comunidades autónomas (CC AA) está más afectada que antes por las previsiones de recaudación, al haberse aumentado su corresponsabilidad fiscal en el IRPF (50%), el IVA (50%) y los impuestos especiales (58%).
La previsión de ingresos presupuestarios condiciona la actuación de las comunidades autónomas
Como consecuencia de la crisis económica y en concreto de la caída de la actividad productiva y la reducción de empleo, se han disminuido notablemente las rentas de las familias y las empresas con lo que la mengua en la recaudación de impuestos directos está siendo muy intensa. Hasta el pasado mes de julio (siete meses de 2009), la caída de la recaudación ha sido del 32,8% en el IRPF y del 25,2% en el impuesto de sociedades. También el efecto de las menores rentas y la reducción del valor de los activos (efecto riqueza) sobre el consumo de las familias y el consumo final de las empresas ha incidido en una menor recaudación de los impuestos indirectos y especialmente en la recaudación del IVA (-40,6%).
Para la elaboración del presupuesto de ingresos, el Gobierno tiene que establecer sus hipótesis no sólo sobre la evolución de las distintas variables durante los meses que quedan para terminar el año sino establecer, claramente y lo más acertadamente posible, las tendencias para el año 2010.
En este proyecto va a ser esencial aplicar un elevado grado de realismo porque ya no se trata de dar una imagen más o menos creíble sino que va a estar en juego la actuación correcta de las comunidades autónomas al tener que ajustar sus políticas de gasto a las previsiones de ingresos que se deriven de esa corresponsabilidad fiscal.
De momento, sin conocer todavía las previsiones macroeconómicas con las que trabaja el Ministerio de Economía y Hacienda, las últimas previsiones oficiales de evolución del PIB, corregidas en el mes de junio, son caídas del 3,6% anual en 2009 y del 0,3% anual en 2010. Sin embargo, las opiniones de los Organismos Internacionales y de los analistas españoles y extranjeros, aunque sitúan la previsión para 2009 en un entorno semejante al del Gobierno (-3,5% y -4%), se distancian sensiblemente en las previsiones para 2010, acercándose y superando una caída del 1%.
En cuanto a la evolución del empleo, variable esencial a la hora de estimar la posible evolución del IRPF, las previsiones para 2010 siguen siendo muy negativas situándose la caída del empleo por encima del 2%.
Esto quiere decir que a pesar de que algunos indicadores de actividad reflejan tasas menos negativas de las ya muy negativas del primer trimestre del presente ejercicio de 2009, todavía estamos inmersos en tendencias a la baja que previsiblemente se mantendrán durante varios trimestres. Y lo que es más importante a la hora de calcular el posible volumen de ingresos, los niveles de rentas salariales y de rentas de otro tipo como alquileres, intereses, dividendos etcétera, continuarán muy bajos afectando seriamente a la recaudación de los impuestos.
El realismo de las previsiones es muy importante para las comunidades autónomas que de momento y de acuerdo con los datos del proyecto de Ley de los PGE-2010 se determinarán las "entregas a cuenta" de su participación en la recaudación de impuestos así como del 75% de las transferencias del fondo de garantía y serán estos datos, junto a los ingresos por el resto de los Fondos y su propia recaudación en los impuestos totalmente cedidos, los que conformen el marco para sus propias políticas de gasto.
Según el Acuerdo 6/2009 del 15 de julio aprobado en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, la liquidación definitiva de estos ingresos irá en función de la recaudación definitiva del Estado. Al menos teóricamente y siguiendo el documento aprobado, si las previsiones del PGE-2010 son demasiado optimistas respecto a la recaudación esperada, los Gobiernos autonómicos, tras sentirse más contentos en un primer momento, pueden encontrarse con serios problemas en el momento de la liquidación.
Claro que hay quien dice que el riesgo es de menor cuantía, porque esas deficiencias se subsanan en el presupuesto siguiente. Sin embargo, los ciudadanos esperamos seriedad por parte de todos los poderes públicos ya que se trata de la gestión de nuestro dinero.
Carmen Alcaide es analista económica y ex presidenta del INE.
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