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Reportaje:

Viticultura a lomos

La Ribeira Sacra recogerá 15 millones de kilos en su vendimia del esfuerzo

En la Ribeira Sacra el vino es un milagro: la muestra del empecinamiento humano. Hasta el punto de que si no hubiera viñas sólo habría contundencia del paisaje. No hay agricultura posible en pendientes de más del 45%, según los técnicos, pero sobre las escarpadas laderas del Sil, donde la pendiente alcanza a veces el 100%, hay 2.000 años de viticultura a lomos. Y el milagro, más allá del esfuerzo, es que la pobreza del suelo es la que llena de calidad a la planta. "Para trabajar en un territorio como éste hace falta mucho amor", resume la motivación del sacrificio el presidente del Consello Regulador, José Manuel Rodríguez.

Los vinos de la Ribeira Sacra, la "viticultura heroica" que se trabaja entre el Sur de la provincia de Lugo y el Norte de la de Ourense, son los valorados caldos del Imperio romano que ya adoraba el Amandi. Y son también los vinos impulsados en el siglo X por los monjes de los cenobios del Sil, estratégicamente situados en las espectaculares laderas del Cañón. Los mismos que asoló la estampida migratoria de los años 40 y 50 y que empezaron a recuperarse mediados los 80. Hasta 1995 la Xunta no le concedió la Denominación de Origen a la Ribeira Sacra con sus subzonas de Amandi, Ribeiras do Miño, Quiroga-Bibei, Chantada y Ribeiras do Sil.

Se ha creado un 'lobby' europeo de recolectores de uva en vertical
La uva se está pagando en esta vendimia a 1,10 euros el kilo

El abandono de la oleada migratoria fue tal que aún no han conseguido recuperar "ni la mitad de lo que había en los años 30", lamenta Rodríguez. Están en ello. Las zonas amparadas por la Denominación de Origen reventarán este año en una vendimia de 15 millones de kilos de uva. Y sólo cinco millones estarán amparados por el Consello Regulador. El resto se dedican a autoconsumo. "Hace falta mucho amor", certifica su aseveración el presidente del Consello.

Pero la heroicidad de este cultivo es también su garantía. La Ribeira Sacra vende su Mencía (el 93% de su producción se dedica a esta variedad) pero también mete la belleza impactante del paisaje en la botella. "Paisaje y vino son un todo", explica Rodríguez de la singularidad de los caldos de la comarca. "Es precisamente el territorio, con su peculiaridad, la razón de ser de las denominaciones de origen; esto no se puede obviar".

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En Belesar, los 130 metros de cascada se salvan con bancales para poder escalar hasta la vid. Para aliviar el duro esfuerzo han instalado elevadores. Pero hay zonas en donde ni los bancales son posibles y hay que navegar hasta las viñas. Si el vino es el territorio, el Mencía de la Ribeira Sacra inunda el paladar con la mayor concentración de románico de Europa, con los pequeños catamaranes surcando el Sil, y con la grandiosidad y el silencio de las rocas. "Es más afrutado, más aromático y más fácil de beber", resume el presidente de la Denominación de Origen las peculiaridades del caldo.

Hay más vinos en Europa asentados sobre la verticalidad y el esfuerzo. Y se han unido formado un lobby con el que presionar e incidir en la conjunción singular de vino y Medio Ambiente. Denominaciones italianas, suizas, griegas, francesas y austriacas forman con la gallega la asociación europea Cervim (Centro de estudio y valorización de la viticultura de montaña), con sede en el valle italiano de Aosta. Los productores de vinos de grandes pendientes organizan congresos y catas mientras intentan promocionar la conjunción de caldo y su singularidad paisajística.

A los de la Ribeira Sacra no les va mal. El tiempo seco y soleado de septiembre ha sido "mano de santo". La uva se está pagando en esta vendimia "a 1,10 euros de media" y en 2008 la Denominación aumentó la producción en un 35%. Y este año el aumento fue "del 20% sobre el anterior". José Manuel Rodríguez presume de la buena valoración de las marcas de "gran personalidad" de sus caldos amparadas en el mercado. La Denominación de Origen está empeñada en promocionar el románico de sus vinos. La conjunción de vino y turismo de las laderas del Sil está tan afianzada que el centro de interpretación del vino de Monforte acabó siendo el centro de interpretación de la Ribeira Sacra.

Un hombre vendimia en la Ribeira Sacra, junto al cañón del río Sil.
Un hombre vendimia en la Ribeira Sacra, junto al cañón del río Sil.DIEGO LEMOS

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