El PP de Alicante decreta el boicot económico al nuevo alcalde de Benidorm

A los tránsfugas ni agua. El PP, en concreto su presidente provincial en Alicante y a la vez de la Diputación, José Joaquín Ripoll, reunió ayer a su junta directiva con el objetivo de analizar la moción de censura de Benidorm, del martes pasado, que abrió el gobierno a 12 ex ediles socialistas y a un tránsfuga del PP.

La secretaria provincial, Mónica Lorente, anunció ayer un "giro importante" en las relaciones institucionales con un gobierno "que queda en manos de 13 tránsfugas" con los que será "difícil negociar". Por eso, y por "coherencia y seriedad", los dirigentes del PP dieron instrucciones para que, a partir de ahora, se concedan subvenciones a través de la sociedad civil, entidades empresariales y colectivas representativos, como el Invatur, Aptur y Hosbec. "No cerramos el grifo a Benidorm, pero no será con ayudas a un Ayuntamiento gobernado por tránsfugas", advirtió Lorente.

La confección de las listas requiere "inteligencia, habilidad y lealtad"

El presidente de la Diputación ya avanzó el miércoles que los ediles tránsfugas de Benidorm "no tienen legitimidad democrática para negociar con la Diputación". Ripoll se preguntaba "¿con quién tiene que hablar la Diputación cuando hable con el Ayuntamiento de Benidorm? ¿Con 13 tránsfugas? Al final se va hacer muy complicado, es la primera vez en la historia que 13 tránsfugas gobiernan un Ayuntamiento", admitía. Fuentes de la Diputación recordaron ayer que las ayudas de planes de obras y servicios se concedieron el año pasado a Benidorm, y que las subvenciones directas "tampoco eran tan importantes" porque las relaciones entre el ex alcalde, Manuel Pérez Fenoll, valedor de Camps en Alicante, con Ripoll, emblema del zaplanismo, "no eran especialmente buenas".