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Reportaje:

El hogar reciclado

Un colectivo de diseñadores expone en Valencia un hábitat decorado a partir de desechos y residuos

A la manera de las ferias convencionales de muebles y decoración, la exposición Rehogar muestra en Valencia un hábitat con su salón, su cocina o su estudio. La diferencia sustancial, no siempre perceptible a primera vista, es que todos los muebles y accesorios están confeccionados con objetos de desecho, residuos rescatados tras su primera vida útil para darles una nueva función. Ejemplos: una mesa hecha a partir de una rueda de tractor, un sofá de palets y lona reciclada, estanterías de cámaras de bicicleta pinchadas, una cama cuyo esqueleto es un andamio o una barra americana que aprovecha la puerta de una nevera. Así, hasta más de cuarenta objetos, concebidos y construidos por colectivos y diseñadores de Valencia, Barcelona, Madrid, Granada o Palma de Mallorca, y repartidos en los 80 metros cuadrados de exposición que recrean un hogar peculiar pero posible.

También es una forma de reivindicar espacios alejados de la estandarización

El motor de la iniciativa, que se puede ver desde hoy hasta el próximo 15 de octubre en la galería Magatzems Wall&Video, en la calle del Turia, de Valencia, es un colectivo valenciano, Makea tu vida, que se dio a conocer el año pasado con un encuentro, titulado significativamente Disechos, dirigido a divulgar el diseño de muebles a partir de objetos reciclados. Una actividad que podría parecer un cruce lúdico entre arte y ecologismo pero que comienza a explorar, al menos en Cataluña, vías de comercialización. De hecho, no es casual que esta muestra se realice de forma paralela a la Feria del Mueble y la Decoración, que esta semana desarrolla su programa y sus actividades paralelas en la ciudad.

"Estos días se habla mucho de hábitat, de la forma de vestir las casas, y nuestro objetivo es difundir que hay otras formas de hacerlo respetuosas con el medio ambiente", aclara Alberto Flores, uno de los promotores de la muestra, organizada sin ningún tipo de ayuda institucional. El trasfondo ecologista y pedagógico de la propuesta es obvio. Pero Rehogar también es una forma de reivindicar espacios propios, alejados de la estandarización. "Al final, todo el mundo tiene más o menos los mismos muebles. Y con lo que hacemos jugamos a personificar los objetos, que los sintamos como propios, al tiempo que los revalorizamos y los convertimos en algo único", agrega. Se propone diseño y conciencia ecológica, pero también soluciones a problemas habitacionales: "Muchas de las piezas las tienen los diseñadores en sus casas", apunta Flores. Es su forma de recalcar que ecologismo y comodidad no tienen por qué estar disociados.

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