Humor y magia en la calle

Las anunciadas siete toneladas de equipo con que clausuraron anoche en Vitoria los alemanes Topas & Roxanne la 21ª edición del Magialdia estuvieron mejor que bien empleadas. Fue toda una suerte de efectos y juegos que incluían proyecciones, música (con un teclado que levita, en uno de los números más divertidos) y mucho humor, una de las virtudes del programa de este año, que reunió en Vitoria durante la semana pasada a más de 40 artistas de 12 países y 400 magos aficionados de toda España.

La convención ha llenado de magia las calles de la ciudad con montajes espectaculares en la Plaza de la Virgen Blanca o pequeños espectáculos en una docena de comercios del centro. Esta actividad llegó el jueves por la tarde y, como el resto del programa, tuvo un seguimiento más que notable del público. Casi más que los magos, lo llamativo fue ver cómo grupos nutridos de personas de todas las edades corrían de un lado a otro en busca del espectáculo deseado, desde los juegos de ventrílocuo de Norbert Ferré hasta la aparición casi infinita de naipes y palomas de Arkadio.

Casi todas las actividades han tenido un seguimiento más que notable

"Si vosotros aguantáis, yo me quedo", le dijo un mago al público bajo la la lluvia

En su mayoría, los espectáculos han estado orientados para todos los públicos, como el que ofrecía todas las noches Morrison el Magnífico en la Virgen Blanca, después de pasearse por la ciudad en una diligencia acompañado de dos bailarinas de can-can. Ayudado por una pantalla gigante, el mago catalán ofreció su espectáculo, que necesitaba de la participación del público, incluso en momentos casi imposibles, como el miércoles pasado, cuando una tromba de agua le obligó a buscar la complicidad del respetable: "Si vosotros aguantáis, yo me quedo", señaló, y el espectáculo continuó bajo la lluvia.

Otra cosa fue la gala internacional de magia de escena, cuyas dos funciones acogió anteayer el Teatro Principal. Allí estuvo el estadounidense David Kaplan, quien presentó un espectáculo cómico con juegos sorprendentes en los que mezcla la magia con el malabarismo y otras habilidades manuales.

Más sencillo fue el montaje de Kevin Jones, famoso por sus números en los que emplea una motosierra para el tradicional truco de la persona cortada. Aunque el desenlace de su espectáculo sea conocido, no dejó de inquietar a los presentes.

La jornada de ayer resultó más tranquila. A la ya clásica gala de magia de cerca, con los siempre sorprendentes trucos de naipes, entre otros, le siguió un momento de distensión en la plaza de la Virgen Blanca con la participación de magos divertidos como Radagast y Pedro Volta. Estos ejecutores de ilusiones para un domingo por la tarde, sin grandes sobresaltos, entretuvieron al público antes de que llegase a la Plaza de España la atracción del ilusionismo a gran escala de Topas & Roxanne.