El Superior se da otra oportunidad

Entre la frase pronunciada por un vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) -"Va a salir Rábago"- y otra de un atento seguidor de la realidad judicial vasca -"Quiero ver cómo la APM se traga el sapo de Fernando Ruiz Piñeiro y pasa de Guatemala [por Jaime Tapia] a Guatepeor [por Manuel Díaz de Rábago]"- va un mundo. Hoy se cierra oficialmente el plazo para optar a la presidencia del Tribunal Superior vasco y cuatro aspirantes han remitido ya a través de Correos sus candidaturas: el presidente en funciones, Fernando Ruiz Piñeiro, miembro de la conservadora y mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM), y Jaime Tapia, de la progresista Jueces para la la Democracia (JpD) lo hicieron el pasado día 15. María Victoria Cinto, también de JpD, anteayer, y la novedad en este proceso, el también progresista Manuel Díaz de Rábago, el pasado viernes. Por el camino se ha quedado la candidatura del director del Centro de Documentación Judicial (Cendoj), Juan Mateo Ayala, quien hasta principios de septiembre sonó como posible "candidato de consenso" para superar el bloqueo al que se llegó en el Consejo el 26 de marzo. Tras cuatro votaciones, Tapia se quedó en 11 apoyos y Ruiz Piñeiro, en 10. Hacen falta 13 votos para ser elegido y ni conservadores ni progresistas suman, junto a los nacionalistas de CiU y PNV, la mayoría cualificada.

Fuentes judiciales fijan el desbloqueo tras el congreso de la APM, en noviembre

El Consejo encomendó a la vocal del PNV Margarita Uría la difícil tarea de deshacer la madeja. Y se volvió a llamar a las puertas de jueces como Javier Murgoitio, Juan Carlos Iturri, Díaz de Rábago,... Ningún movimiento tuvo éxito.

Diversas fuentes señalan que se intentó construir una mayoría de consenso en torno a Ayala, pero todo saltó por los aires la segunda semana de septiembre, cuando Rábago acepta lo que antes había rechazado e irrumpe en la liza ante el asombro de todos, porque siempre mostró su desapego por la cuestión.

Piñeiro, quien hoy mantiene una reunión institucional con el lehendakari, Patxi López, en Ajuria Enea, señaló a este periódico en julio: "Mi futuro está aquí. No tengo ninguna pretensión de marcharme". No ha variado su posición, según confirman en su círculo más próximo.

Otra cosa es hasta cuándo la va a mantener. Algunas fuentes sitúan el mes de noviembre, cuando la APM celebra su congreso, como límite para que los conservadores puedan sacrificar a Piñeiro a cambio de alguna plaza vacante en el Tribunal Supremo y de situar a Piñeiro en la Audiencia Nacional. Pero la elección aún no está escrita, y, como bien señala Tapia, un tanto sorprendido por el paso dado "con todo su derecho" por Rábago, "esto es una ruleta y todavía la bola no ha entrado".

Algunas fuentes achacan a la "inercia" el que la presidenta de la Audiencia de Guipúzcoa, María Victoria Cinto, quien no obtuvo ningún voto en el primer proceso, repita en la contienda. Dos fuentes judiciales han confirmado a este periódico que el propio ex lehendakari Juan José Ibarretxe se interesó por ella ante la vocal peneuvista. Se desconoce qué le contestó Uría, quien guarda silencio sobre este asunto y sobre lo que ha pasado desde que el primer proceso entrase en vía muerta en marzo.

Los vocales que han estado en los entresijos del proceso -las "intrigas palaciegas", dice algún miembro del CGPJ- sólo esperan que lo que buscan -una persona idónea "que sirva para pacificar"- llegue a buen puerto.

Ahora que la bola del Superior empieza a rodar de nuevo casi todos los implicados vuelven a hablar del "estricto respeto a los principios de mérito y capacidad" de los candidatos. Pero las dudas se renuevan en quienes han asistido ya a muchas intrahistorias en las elecciones de cargos judiciales. "Los Consejos cambian, pero el sistema de elección está abiertamente corrompido, y así pierde la institución", resume un destacado magistrado vasco.