_
_
_
_
_

La crisis paraliza en Huelva la construcción de dos buques

Astilleros despide a 56 eventuales y plantea un ERE

Dos buques de tipo Supply (de aprovisionamiento para plataformas petrolíferas) se encuentran a medio construir, prácticamente abandonados, en el muelle de Huelva. No hay dinero para terminarlos. Las placas de chapa a medio pintar y la ausencia de piezas esenciales conforman la imagen de la crisis industrial onubense, que también golpea al sector naval y, en concreto, a la empresa Astilleros de Huelva. La compañía, que lleva 40 años construyendo barcos y adquirió Astilleros de Sevilla en 2006, se enfrenta a un ERE temporal que afectaría a 200 de los 250 empleados.

El presidente del comité de empresa, Isidro García, reconoce que no disponen de liquidez suficiente, pero no quiere hablar de una paralización total del trabajo, ya que peligra la rescisión de la cartera de contratos ya comprometidos. Los dos buques a medio hacer, el 8.45 y 8.48, encargados por un armador irlandés y de 130 metros de eslora, aportarían un año y medio de ocupación y requerirían la contratación de hasta 600 operarios más. Pero el objetivo parece lejano.

El expediente de regulación afectaría a 200 de los 250 trabajadores

La incertidumbre ha provocado el desánimo de los trabajadores, que el viernes se manifestaron. El despido de 56 empleados eventuales y el ERE planteado por la compañía la semana pasada deja en el aire los puestos de 200 trabajadores de Astilleros y dos empresas auxiliares. "La falta de acuerdo entre las entidades financieras, que han quebrado, y la Asociación de Pequeños y Medianos Armadores de España ha causado la falta de liquidez", explica Sebastian Donaire, secretario general de la Federación del Metal, Construcción y Afines (FCA) de la provincia de Huelva.

La directiva de Astilleros, cuyo consejero delegado es el empresario Rafael Gómez, firmó un acuerdo con el comité de empresa el jueves por el que la compañía se compromete, en caso de que se retome la actividad, a "contratar preferentemente" a los eventuales despedidos. Está previsto que la firma presente esta mañana el plan de acompañamiento y el plan social correspondiente ante la Delegación Provincial de Empleo. García indica que "por el momento" los trabajadores se oponen al ERE porque "todavía no se conocen muy bien las condiciones". El secretario provincial del PSOE, Mario Jiménez, sostiene que "la empresa ha ganado mucho dinero durante mucho tiempo, ha estado privatizando beneficios y no se han repartido con los trabajadores y ahora no pueden pretender que las pérdidas se socialicen".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_