Banderas entrega su alma a Salma Hayek
Penélope Cruz también fue galardonada pero no acudió a la gala en Los Ángeles
Siempre hay hueco para otro premio si te llamas Penélope Cruz. En esta ocasión la actriz fue galardonada con el Alma, que reconoce desde 1995, los logros de los hispanos en el mundo del espectáculo. Una estatuilla que le fue concedida la noche del jueves en Los Ángeles por su trabajo en Vicky Cristina Barcelona, la misma cinta con la que consiguió este año el Oscar, aunque en esta ocasión la madrileña no pudo asistir a la ceremonia. Minucias que no empañaron las ganas de fiesta de los asistentes. Porque a falta de Cruz, una radiante y delgada Salma Hayek brilló en la ceremonia con luz propia y con el tono plateado de su indumentaria, collar, vestido y hasta las plataformas de sus zapatos.
Los premios están considerados como los oscar hispanos de hollywood
Hayek salió del retiro que se ha impuesto desde su reciente maternidad para recibir el premio de honor Anthony Quinn a toda su carrera. Se lo entregó Antonio Banderas -sin la compañía de su esposa- y lo dedicó a sus seguidores. "Algunos de ellos me han apoyado desde antes de que hablara inglés y de eso hace más de 20 años, cuando hacía novelas en México. Gracias por el amor, el apoyo y la lealtad", afirmó la actriz y productora.
Los galardones, instituidos por el Concejo Nacional La Raza, organización estadounidense que apoya a la comunidad hispana, también recordaron la carrera de otro mexicano ilustre en Hollywood como el fallecido Ricardo Montalbán y concedieron otro de honor al boxeador y, en ocasiones, cantante Óscar de la Hoya. En televisión, series como Dexter, The Office y The Cleaner vieron recompensado el trabajo de los hispanos que integran su reparto, Lauren Vélez, Oscar Núñez y Benjamín Bratt, respectivamente. Hasta la película Crepúsculo fue capaz de encontrar en los títulos de crédito hispanos a los que premiar con los galardones de maquillaje y estilismo.
Pero un año más la verdadera alma de la fiesta fue la hispana Eva Longoria. La protagonista de la serie Mujeres desesperadas volvió a ser la maestra de ceremonias además de productora de la velada. Un cargo que de nuevo desempeñó con soltura, elegancia y continuos cambios de vestuario. Siete en total. Desde el vestido corto plateado con el que llegó a la ceremonia, celebrada este año en el auditorio Royce Hall de la Universidad de California, hasta los tocados de gala, blanco de encaje, negro de gasa, verde con lazo al hombro o creado a base de cristales de Swarovski. "Se trata de una gala muy especial porque representa el espíritu y el alma de los hispanos", declaró la actriz.
La ceremonia contó con la participación de la primera dama estadounidense, Michelle Obama, quien, en un mensaje grabado, dio las gracias a la comunidad hispana por "enriquecer el país".
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