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La construcción pierde en doce meses el 35,6% de sus empleos

Un informe de Caixa Galicia dice que "no hay síntomas de recuperación"

La crisis también diezma el empleo en la construcción gallega. En el último año, una sangría de 30.000 trabajadores. El equivalente a cuatro factorías de Citroën ha acabado en el paro. El menor desarrollo urbanístico de Galicia frente a otras comunidades castigadas por el pinchazo de la burbuja, recurso habitualmente empleado para defender una teórica resistencia al cambio de ciclo, puede explicar que la caída de la actividad en el sector inmobiliario se sitúe muy por debajo de la media española (un descenso del 4,5% frente a un 8% en el primer trimestre) pero tiene su lado más amargo en la destrucción de puestos de trabajo. También aquí lo peor de la crisis se lo llevan los empleados en la construcción.

En los últimos doce meses el sector ha experimentado una caída del 21%, hasta los 112.400 ocupadaos. Así lo pone de manifiesto un informe de la Fundación Caixa Galicia, que no detecta indicadores que anticipen un cambio de tendencia en el sector inmobiliario para los próximos meses. El Informe de Coyuntura de la Economía Gallega, de Caixa Galicia, sitúa a la construcción como el sector más vulnerable a la crisis en cuando a la pérdida de puestos de trabajo. De hecho, la caída del Producto Interior Bruto (PIB) en la industria es este año tres veces superior al de la construcción (un 15,1%, frente a un 4,5% en el primer trimestre), pero sólo ha perdido 9.200 empleos, frente a los 30.000 puestos de trabajo que destruyó el ladrillo. "La desaceleración del sector fue tal", señala el estudio económico, "que en tan sólo un trimestre la actividad inmobiliaria perdió el 35,6% de sus ocupados".

Esa entrada en barrena de la construcción residencial es, a juicio de Antón Arias Díaz-Eimil, presidente de los constructores de la provincia de A Coruña, una demostración de la temporalidad y de "lo intensivo que es el sector en cuando a mano de obra". Para buscar explicaciones al informe, Arias señala que "la promoción privada representa aproximadamente dos tercios de toda la actividad del sector, y en estos momentos está totalmente parada". Entre otras causas de la brusca destrucción de empleo, destaca también la pequeña dimensión de muchas sociedades, habitualmente empresas auxiliares, como un mal estructural del ladrillo gallego que lo hace todavía más vulnerable en un contexto de recesión.

Otra de las explicaciones de la drástica caída del empleo, a juicio de los autores del informe de coyuntura, tiene que ver con el freno al impulso que supuso la ejecución de viviendas proyectadas en los últimos momentos del auge de la burbuja. "Es significativo", explican, "el descenso de un 22% en el número de viviendas rematadas, lo cual demuestra que dicho efecto comienza a sentirse o tal vez que se está produciendo un retraso en las obras iniciadas ante las dificultades para su venta y los problemas financieros a los que se enfrentan sus promotores".

A la incidencia de la crisis en el empleo de la construcción se suma, por el lado de la obra residencial, una retracción de más del 73% en el número de viviendas visadas, y en cuando a obra civil, un drástico descenso de la licitación de obra pública, que en el caso de la Administración central llegó a caer en Galicia un 40% en los tres primeros meses del año. El pesimismo en el sector, dicen los autores del estudio, es tal que "tan sólo un 6,7% de las empresas tienen la expectativa de que en un breve plazo se incrementarán sus resultados netos de explotación y, frente a eso, un 59,1% espera una disminución". En un repaso sobre los grandes indicadores de la crisis, el estudio alude también a los 11.229 trabajadores que se vieron afectados por 584 ERE en los cinco primeros meses del año, más que en todo 2008.

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