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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Primera Jornada

Comienza un viaje ineludible hacia Chamartín

El nuevo y rutilante Real Madrid inicia en Zúrich el asalto a una Copa de Europa cuya final se jugará en su estadio

José Sámano

El 22 de mayo de 2010. Esa es la fecha que Florentino Pérez tiene grapada entre ceja y ceja. Sin excusas. Máxima responsabilidad para la plantilla más lujosa del universo, para una institución que hace siete años que no profundiza en su celestial idilio con la Copa de Europa, el torneo al que debe gran parte de su mística. Esta vez, el homérico proyecto de su máximo dirigente tiene un objetivo ineludible: la final que el sábado 22 de mayo de 2010 se disputará en el Santiago Bernabéu. Tras la extraordinaria superproducción del nuevo Real Madrid sería un fiasco sin precedentes que el equipo no estuviera en la última cita de la Liga de Campeones, que resultara un mero cicerone de quién sabe qué dolorosos finalistas.

"Es nuestra competición, la final en casa es un plus aún mayor", dice Raúl
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"Es evidente que el hecho de que la final sea en casa aún te da más responsabilidad, es un aditivo aún mayor", admitió ayer Manuel Pellegrini, el técnico madridista, minutos antes de dirigir el entrenamiento en el coqueto estadio de Letzigrund, en Zúrich, un escenario con más pedigrí atlético que futbolístico. El equipo local de fútbol, representante de un país de escasa pujanza en este deporte, aparece por primera vez en una fase final de la Liga de Campeones. El entusiasmo y la frescura a estas alturas de la temporada son sus únicas bazas frente a un adversario que necesita imperiosamente "recuperar el prestigio". Así lo expresó su capitán, Raúl, toda una autoridad en un campeonato en el que se ha ganado un enorme prestigio tras quince años en primera línea. "Es nuestra competición y que la final se juegue en el Bernabéu es un plus aún mayor; desde mañana [por hoy] queremos empezar a dar pasos cortos para hacer camino", sostuvo el Siete. En el club nadie es ajeno al mayúsculo interés que este año despierta la Liga de Campeones, subrayada en la diana en todas las taquillas del vestuario y objeto de desvelos en todos los despachos de Chamartín. "El club ha hecho un gran esfuerzo para enriquecer la plantilla y la exigencia es máxima", deslizó Raúl, que mantiene la ambición del becario, pese a su largo recorrido.

En Suiza, Pellegrini seguirá con sus incentivos a la plantilla. Quiere, como él mismo reconoce en público, que todos se sientan importantes y que cada uno juegue "con la máxima exigencia personal". Por eso las rotaciones desde el inicio del curso. El entrenador chileno no tiene "una política fija" al respecto, puesto que no se trata de una dosificación física -propia cuando la temporada avance-, sino de lograr "que todos se sientan motivados". Hasta Raúl, siempre en alerta y dispuesto, ya sea la Champions o un torneo entre solteros y casados, parece aceptarlo. Suplente el pasado sábado en Cornellà-El Prat, el madrileño apuntó: "Es importante que se administren los minutos; es una sabia decisión".

Quien previsiblemente tendrá una dosis extra de motivación será Pepe. Lleva en cautiverio desde el pasado 21 de abril, cuando se cortocircuitó y pateó los huesos de Casquero. En España le cayeron diez partidos a la sombra, pero en Europa no cuentan las agresiones domésticas. Así está el tinglado, por lo que el portugués, que no podrá reaparecer en la Liga hasta la visita a Chamartín del Tenerife el próximo día 27, tiene opciones de jugar en Zúrich.

"Pepe ha tenido la misma carga de pretemporada que el resto y los partidos con su selección le han venido bien", afirmó Pellegrini. Metzelder, que dejó el ensayo vespertino por molestias físicas, o Albiol, serán su pareja. Otra cuestión a resolver será cómo se equilibra el equipo en el eje. Pellegrini ha probado dos sistemas. Frente al Deportivo, en el estreno liguero, Lass y Alonso fueron los únicos centrocampistas puros y el equipo tuvo grietas. Ante el Espanyol, Alonso fue escoltado por Guti y Granero, y la propuesta madridista resultó prometedora. "Lo importante es tener variantes y no hay que olvidar a otros jugadores como Gago y Mahamadou Diarra", reflexionó el chileno. A ocho meses de la cumbre tiene tiempo para mover el cesto. Llegada la fecha, todos le esperan en el banquillo de Chamartín.

Pepe y Van Nistelrooy, durante el entrenamiento del Madrid en Zúrich.
Pepe y Van Nistelrooy, durante el entrenamiento del Madrid en Zúrich.AFP
Cristiano Ronaldo, durante el entrenamiento del Madrid en Zúrich.
Cristiano Ronaldo, durante el entrenamiento del Madrid en Zúrich.AP

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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