Vía hacia una estación de esquí más sostenible

La estación de esquí de Sierra Nevada, rodeada por el Parque Nacional del que fue lógicamente excluida, afronta una serie de cambios que persiguen mejorar uno de los motores económicos de Andalucía. La nueva dirección de Cetursa, empresa pública que gestiona la estación, está decidida a someter cualquier decisión al dictamen de los técnicos medioambientales y a que eso sea una "relación natural". Es toda una declaración de intenciones para alejarse de anteriores encontronazos, por sus dispares intereses, entre la empresa y el Parque Nacional.

El horizonte es 2017, pero la celebración en 2015 de la XXVII Universiada de Invierno, unos juegos entre universitarios internacionales, obligará a priorizar las actuaciones con el fin de compatibilizar el transcurso de las competiciones con el esquí de ocio. En días de máxima afluencia se congregan hasta 19.000 esquiadores. Su ubicación en un entorno natural imposibilita ampliar la superficie esquiable (102 kilómetros), por eso el objetivo es descongestionar el eje Veleta-Borreguiles-Pradollano, que es el que soporta la principal carga de esquiadores.

El plan prevé nuevos remontes y más conexión entre las zonas

Es la parte central de la estación y el acceso está garantizado con dos grandes remontes (telecabinas Al-Andalus y Borreguiles). La cuestión es que quedan a izquierda y derecha zonas infrautilizadas, por lo que se procurará promover la circulación perimetral de los esquiadores hacia pistas de Loma de Dílar y la Laguna de las Yeguas. El plan estratégico, que esta semana ha sido presentado por la directora de Cetursa, María José López, a la Comisión de Infraestructuras del Parque Nacional de Sierra Nevada, prevé nuevos remontes y mejoras en otros ya existentes para conectar más adecuadamente las zonas.

De hecho, este verano se ha sustituido un viejo telesquí por un telesilla de más recorrido que además de facilitar la conexión entre Borreguiles y Loma de Dílar dejará más despejada la pista de la Visera, que copará diversas pruebas de esquí artístico, en la Copa del Mundo o la Universiada, entre otros acontecimientos. Especial atención se presta también a la creciente demanda de la práctica del snowboard, ya que el 33% de los clientes de la sierra lo prefieren al esquí alpino (63%). Aunque ya cuenta Sierra Nevada con zonas específicas, se ampliarán ante esa demanda y, por supuesto, a la competición.

Ampliar la producción de nieve en el área esquiable sin que incida en los ecosistemas del Parque Natural o garantizar la prestación de servicios en el área de la urbanización de Pradollano son otros de los objetivos que se marca la estación que, como muestra de ese compromiso, bien recibido por Medio Ambiente, se va a someter a una auditoría energética para ser más eficiente en el consumo y avanzar en la obtención de la certificación ambiental.

La estación, que genera unos 6.000 puestos de trabajo, aporta económicamente un 15% del total del esquí nacional y la pasada temporada cerró con más de un millón de esquiadores.