La abstracción y las mujeres, según David Lynch
El cineasta diseña 11 escaparates para las famosas Galerías Lafayette de París
En uno, un tren eléctrico rojo entra por el ojo de una máscara femenina irritantemente blanca y sale por la boca; en otro, una mujer sobrevuela un campo de hortalizas extrañas; en un tercero, un huevo del tamaño de un televisor mediano llora al lado de un frigorífico (que no hace nada). Son tres de los 11 escaparates que el cineasta David Lynch ha diseñado y montado en las famosas y céntricas Galerías Lafayette del Boulevard Haussmann, en París. Todos guardan la misma estética recargada, surrealista y algo espeluznante propia de algunas de las películas del artista estadounidense. El conjunto se titula Máquinas, abstracción y mujeres y estará expuesto hasta el 8 de octubre.
Lynch, que además de director de cine es también pintor, se encerró en un atelier del barrio de Montparnasse que en su tiempo ocuparon Picasso y Chagall. Allí concibió estos escaparates intrigantes y oníricos. "Para mí, son como joyeros. (...) Espero que aporten magia y dejen espacio al sueño", aseguró para explicar su obra. Los escaparates se completan con una exposición de litografías del propio Lynch en la primera planta de las Galerías Lafayette.
A juzgar por las reacciones del público, los escaparates gustan mucho. Aunque mejor es ir prevenido. Si no, más de uno se pegará un susto cuando al salir tan contento, después de comprarse una camisa, por ejemplo, se tope con una muñeca enorme confeccionada a base de hierros que de lejos parecen perchas de ropa que baila y canta. A los niños les encanta el del tren eléctrico, claro. Todos tienen sonido, aunque ninguno emite la machacona melodía aquella de Twin Peaks que marcó a toda una generación.
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