_
_
_
_
Carreras & capital humano
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Extensión de los 420 euros

Esta semana, el Congreso ha aprobado la extensión de la ayuda de 420 euros acordada este verano a más desempleados. La limitación de su percepción a quienes finalizaban sus prestaciones a partir del día 1 de agosto había suscitado numerosas críticas. De ahí el acuerdo para su ampliación. Se trata de un "parche" a una medida de verano que no pareció contentar a casi nadie y produjo el desconcierto de muchos desempleados. Defecto de información, alegó el Gobierno; falta de caja, podría añadirse. Nos encontramos, de nuevo, ante una iniciativa que trata de paliar los efectos, sin dirigirse a sus causas. Pero ése es otro tema. Centrémonos en lo nuestro: los famosos 420 euros.

La intención del Ejecutivo con tal medida es hacer frente al incremento del desempleo, y en especial, la prolongación de los periodos de desempleo que sufren en muchos casos estos trabajadores, y que lleva al agotamiento de tales prestaciones, produciéndose situaciones de necesidad "acuciantes". Se trata, en cualquier caso, de una iniciativa temporal, "extraordinaria", dice la norma, dirigida a proteger a las "víctimas" en ese imparable incremento de las cifras de desempleo que la crisis económica está produciendo en nuestro país.

El objetivo es otorgar una ayuda económica a quienes, habiendo agotado la prestación contributiva por desempleo o el subsidio por desempleo, carezcan de unos ingresos mínimos. La cuantía mensual de la prestación será igual al 80% del indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) vigente, es decir, unos 420 euros, y tendrá una duración máxima de seis meses.

Los principales reproches han surgido de la limitación del número de beneficiarios a "quienes hubieran agotado las prestaciones indicadas a partir del 1 de agosto de 2009", lo que ha dejado fuera de su campo a la mayoría de desempleados de larga duración, en especial los que por llevar un mayor tiempo parados se encuentran en una situación más crítica.

Esto provocó una avalancha de críticas que motivaron la intervención de distintos miembros del Gobierno, que se apresuraron a alegar que es posible que hubiera habido una falta de información y que se estudiaría la viabilidad presupuestaria de su ampliación a más beneficiarios. Fruto de lo cual es la nueva enmienda que se va a introducir en la tramitación del decreto-ley como proyecto de ley, que permitirá acceder a esta ayuda a todos los que hayan agotado las prestaciones desde el día 1 de enero de este año.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_