El milagro de Force India

La pregunta flotaba ayer en el paddock del circuito de Monza. ¿Cómo ha logrado Force India sacar su coche de la cola en menos de una semana? No era una cuestión en sentido figurado. Al contrario. En las 11 primeras carreras del Mundial de fórmula 1, la escudería del magnate indio Vijay Mallya no había logrado sumar ningún punto y sólo una vez, en Alemania, había introducido uno de sus coches en la Q3: Adrian Sutil salió en la séptima posición. En Valencia, el 23 de agosto, Giancarlo Fisichella fue el 16º y Sutil el 12º en la clasificación. Y los dos concluyeron la carrera por encima de los 10 primeros. Sin embargo, sólo una semana más tarde, en el mítico trazado de Spa-Francorchamps, Fisichella dio la campanada al conseguir la primera pole position para el equipo y acabar subido al segundo peldaño del podio. Ayer, la progresión de Force India fue ratificada por Sutil y Vitantonio Liuzzi, que debutaba como sustituto de Fisichella-, al conseguir la segunda plaza y la séptima en la parrilla de salida. Sólo Lewis Hamilton superó al alemán. Fernando Alonso concluyó octavo y Jaume Alguersuari fue el último.

En las 11 primeras carreras, la escudería no había sumado ningún punto

"¿Sorpresa? También un poco para nosotros", confiesa Simon Roberts, jefe de operaciones de Force India; "sin embargo, desde el principio confiábamos en este coche. Siempre pensamos que teníamos un buen chasis, un buen motor y un buen cambio. Y eso nos permitió centrarnos absolutamente en mejorar la aerodinámica. Hasta que, al final, encontramos unos cuantos detalles aerodinámicos que, juntos, nos permitieron dar un salto importante".

Al término de la pasada temporada, Force India desestimó los motores Ferrari -no pagaron 4,2 millones de euros a Maranello- y pidió ayuda a McLaren para obtener los cambios de esta marca y los motores Mercedes. Fueron dos elementos fundamentales en la mejora del equipo. "El motor es fantástico y la caja de cambios no crea problemas. Y en cada carrera tenemos técnicos de McLaren y Mercedes que trabajan para nosotros", resume Roberts; "así que nuestra tarea ha sido preparar bien las evoluciones que hemos aplicado al coche: el doble difusor en Bahrein, mejoras aerodinámicas en Silverstone, un nuevo suelo y un nuevo difusor en Valencia... Y esperar que todo acabara cuadrando".

La falta de dinero no fue nunca un obstáculo. "Es verdad que tenemos poco", acepta Roberts, "pero hay el suficiente para seguir trabajando y mejorando el coche. Algunas veces, no es sólo cuestión de dinero, sino de creatividad, imaginación y un poco de suerte". La última evolución había llegado ya en Valencia, pero allí las cosas no funcionaron. En realidad, desde la primera carrera, la de Australia, las dificultades parecieron concentrarse en el equipo, que pasó de llamarse Jordan a Midland y Spyker antes de ser comprado por Mallya. "El coche funcionaba desde el primer momento", matiza Roberts; "pero, por una u otra razón, siempre encontramos problemas insuperables. Nuestra gran suerte es que en las dos últimas carreras, en Spa y aquí, en Monza, en el GP de Italia, hemos tenido dos fines de semana completos sin problemas. Y estamos delante".

Hay escepticismo generalizado sobre la mejora de los Force India. Flavio Briatore dejó entrever que algo raro estaba ocurriendo, que les dieron ventaja con los neumáticos, para acabar segundos en Spa. "Eso son tonterías", respondió Roberts. Fernando Alonso cree que los resultados de Force India se deben básicamente a que Spa y Monza son circuitos de poca carga aerodinámica. "Funcionan muy bien cuando corren con poca resistencia al aire", dijo ayer el español; "pero me sorprendería que mantuvieran esta misma línea de resultados en Singapur y Suzuka, dos circuitos de mucho más agarre".

Mientras tanto, el milagro de Force India continúa. Hoy, en la parrilla, volverá a estar por delante de Ferrari, Brawn y Red Bull. Algo impensable hace apenas un mes.