Feijóo pide a los profesores que arrimen el hombro
Las críticas que ha recibido estos días la Consellería de Educación son "injustificadas" y provienen de los "grupos políticos de la oposición, de determinados sindicatos e incluso de algunas instituciones". Ésa es la percepción que tiene el titular del departamento educativo, Jesús Vázquez, y así lo explicitó ayer tras inaugurar el curso escolar en el colegio Rosalía de Castro, en Lugo. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pidió a los profesores que "arrimen el hombro", acusó también a la oposición de "usar a padres, madres y alumnos" para "desgastar" al Gobierno y exigió "responsabilidad" a PSdeG y BNG.
Mientras Vázquez leía su discurso, de fondo se oían pitadas y consignas que coreaban una veintena de profesores de la Escuela Oficial de Idiomas de Lugo reivindicando "respeto" a su trabajo. Vázquez accedió a hablar con ellos y les trasladó un mensaje claro: la reorganización de las condiciones de este colectivo es firme porque la consellería sólo "cumple un decreto firmado por todos los sindicatos en todo el territorio español". Fue entonces cuando esbozó su temor a un movimiento político organizado: "No entendemos que tres meses después de la llegada del PP al poder, los profesores gallegos lleven a cabo esta reacción en contra, cuando en el resto de comunidades existe el mismo acuerdo".Tras remarcar que todas las protestas tienen detrás "movimientos políticos" ajenos a la calidad de la educación y que no están pensados "para la gente desfavorecida", el responsable de Educación dijo que está estudiando un aumento de la financiación para las Asociaciones de Padres y Madres que gestionan los comedores, pese al "agujero" de 4,5 millones de euros que dejó el bipartito para atender este servicio. También prometió un incremento del profesorado de apoyo y dijo que no habrá "ni un solo despido" de interinos. La consellería asegura que se mantendrán los 2.027 docentes que se dedicaban a la atención de alumnos con necesidades especiales el curso pasado.
El líder del PSdeG, Manuel Vázquez, llamó "cantamañanas" al conselleiro de Educación por amenazar, el miércoles en el Parlamento, con difundir los nombres de ex altos cargos socialistas que matriculan a sus hijos en centros que separan por sexos a los alumnos. Aunque Vázquez reconoció que "respetaría cualquier elección", dejó claro que sus hijos estudiaron en la escuela pública.
Sandra, profesora de audición y lenguaje en el colegio de Infantil y Primaria Portofaro de Cambre (A Coruña), no daba abasto ayer, primer día de clase, para atender a la veintena de alumnos con discapacidades. Ocho son pequeños de segundo y tercero de Primaria con más de un 33% de incapacidad, como los dos que van en silla de ruedas u otros con graves dificultades motrices. Fue el primer día pero nadie sabe aún cómo se van organizar para atender a estos niños cuando se incorporen los cuatro profesores de apoyo (tres de Pedagogía Terapéutica y uno de Audición y Lenguaje). Son uno menos que el pasado curso, cuando ya estaban "bajo mínimos", denuncia Concha Ageitos, madre de un pequeño de ocho años con parálisis cerebral y presidenta de Arela, la asociación de discapacitados de Cambre. Padres de alumnos se concentraron ayer ante el colegio que acoge a 470 niños y amenazan con extender sus protestas a toda Galicia. El director del centro, Jaime López, todavía espera respuesta a las reclamaciones que, desde agosto, ha presentado a la Inspección de Educación y a la propia consellería. El departamento que dirige Vázquez insiste en que este curso se han adjudicado ya 1.920 plazas de esta categoría y que falta por colocar aún a 107 docentes. Educación garantiza un maestro de Pedagogía Terapéutica por cada cinco alumnos y uno de Audición y Lenguaje por cada 15.
La tramitación de las ayudas para libros de texto que tienen que afrontar los equipos directivos de los centros fue otra de las críticas que la consellería tuvo que afrontar en el primer día de curso. La directora y la jefa de estudios del CEIP Rosalía de Castro de Xinzo de Limia (Ourense) no dan abasto con el papeleo. Ayer la solicitud de ayudas estaba "atascada". "Nos supera; somos docentes y no nos mandan personal administrativo", se quejan ambas. Los padres de 180 alumnos, de los 423 matriculados, hicieron ya la petición. Y mientras la dirección se afana en esta "compleja tarea", los montones de libros que este año no se prestan se apilan en una habitación.
En el colegio Rosalía de Castro, también en Ourense, las ocho unidades de Infantil tienen un profesor menos, pero las madres hacen cola ante la directora para protestar por el transporte escolar. Se quejan de que sus pequeños deben recorrer varios kilómetros hasta la parada más cercana. La amplia comunidad marroquí -36 alumnos en el comedor- reclama, por su parte, un menú "sin cerdo".
El caos del papeleo y los recortes en medios se repiten en casi todos los centros del rural orensano. Las mayores demandas las hace la AMPA del Filomena Dato, de Barbadás, uno de los municipios de mayor crecimiento de Galicia. Fue construido hace 11 años para 250 alumnos, pero lo abarrotan ya 498. El comedor, con 150 usuarios, tiene una lista de espera de 40. Paradójicamente la consellería construyó un nuevo centro escolar en el municipio, cuyo comedor no está lleno, "pero lo reservan para los usuarios del transporte escolar", lamentan los padres.
Información elaborada por Arcadio Silvosa, Paola Obelleiro y Cristina Huete
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