Un caza se estrella y causa un incendio en el parque de Cazorla

Un incendio forestal aún sin controlar se declaró ayer en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) tras estrellarse en la zona un caza Mirage F-1 del Ejército del Aire con los depósitos llenos. El piloto, Ángel Gálvez Belmonte, de 30 años, sólo sufrió heridas de carácter leve, ya que consiguió eyectarse (saltar en paracaídas) antes de que la aeronave se precipitara contra el suelo por causas que se están todavía investigando. Anoche el incendio había arrasado cerca de 300 hectáreas de pino carrasco de alto valor ecológico, matorral y pasto.

El siniestro, el cuarto de un avión militar y el segundo de un Mirage F-1 en lo que va de año, ocurrió sobre las once de la mañana en el paraje de Cañada Catena, un terreno agreste dentro del término municipal de Beas de Segura. Tras estrellarse, el Mirage, perteneciente al Ala 14 del Ejército del Aire, con base en Los Llanos (Albacete), comenzó a arder. Con todos sus depósitos llenos, un Mirage F-1 puede almacenar más de 8.000 litros de combustible. El teniente Gálvez estaba realizando un vuelo de entrenamiento junto a otros dos cazas cuando perdió el control del aparato. Tras saltar en paracaídas y golpearse contra un árbol, fue trasladado en un helicóptero a un hospital de Albacete.

Un fuego provocado en Casares arrasa 600 hectáreas de matorral y arbolado

Los pueblos de la Sierra de Segura están acostumbrados al paso de aviones militares por sus cielos. El incendio de ayer, agravado por el fuerte viento, obligó a desalojar dos pequeñas aldeas, Arroyo Frío y El Puerto, y a cortar la carretera autonómica entre Beas de Segura y Cortijos Nuevos. Hasta el lugar del siniestro se desplazaron unos 150 efectivos de extinción, ocho vehículos autobomba, un avión de carga en tierra ligero, siete helicópteros de transporte y extinción y dos de gran capacidad, una unidad de meteorología y transmisión y cuatro aviones anfibios.

El de la Sierra de Segura no fue el único incendio que sufrió ayer Andalucía. En Casares (Málaga), el fuego había arrasado 600 hectáreas de monte bajo en las estribaciones del parque natural de Sierra Bermeja, según las primeras estimaciones de los técnicos del plan autonómico antiincendios Infoca. El fuego se inició supuestamente de forma intencionada el miércoles a mediodía en la vecina localidad de Estepona y es el más grave de cuantos ha sufrido la provincia de Málaga en todo el verano.

El fuego se declaró estabilizado sobre las 18.30, poco antes de que los medios aéreos tuvieran que retirarse del terreno. Sobre las ocho de la tarde continuaban activos dos focos en los que se estaban quemando encinas, alcornoques y quejigos. En el incendio también se vieron afectados los dólmenes prehistóricos de Corominas, de más de 5.000 años de antigüedad y su centro de interpretación, en Estepona. En las labores de extinción trabajaron, además de 120 efectivos del Plan Infoca, un centenar de militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME).