Un caza provoca un incendio al estrellarse en el parque de Cazorla
El fuego de Casares quedó estabilizado a media tarde tras arder 600 hectáreas
El parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) sufrió ayer un gran incendio forestal tras estrellarse en él un caza Mirage F-1 del Ejército del Aire. El piloto, Ángel Gálvez Belmonte, de 30 años, sólo sufrió heridas de carácter leve, ya que consiguió escapar de la aeronave antes de que ésta se precipitara contra el suelo por causas que se están todavía investigando. El teniente Gálvez estaba realizando un vuelo de entrenamiento junto a otros dos cazas cuando perdió el control del aparato. Tras saltar en paracaídas y golpearse contra un árbol, fue trasladado en un helicóptero a un hospital de Albacete.
El siniestro, el cuarto de un avión militar y el segundo de un Mirage F1 en lo que va de año, ocurrió sobre las 11.00 en el paraje de Cañada Catena, un terreno agreste dentro del término municipal de Beas de Segura.Tras estrellarse, el Mirage, perteneciente al Ala 14 del Ejército del Aire, con base en Los Llanos (Albacete), comenzó a arder. Al cierre de esta crónica, el incendio había arrasado cerca de 300 hectáreas de pino carrasco de alto valor ecológico, matorral y pasto. Con todos sus depósitos llenos, un Mirage F1 puede almacenar más de 8.000 litros de combustible.
El piloto consiguió eyectarse del avión y sólo sufrió heridas leves
Los pueblos de la Sierra de Segura están acostumbrados al paso de aviones militares por sus cielos, aunque ayer, el estruendo, que se pudo oír en buena parte de la comarca, hizo pensar a los lugareños que algo grave acababa de ocurrir. El incendio, agravado por el fuerte viento, obligó a desalojar dos pequeñas aldeas, Arroyo Frío y El Puerto, y a cortar la carretera autonómica entre Beas de Segura y Cortijos Nuevos. Hasta el lugar del siniestro se desplazaron unos 150 efectivos de extinción, ocho vehículos autobomba, un avión de carga en tierra ligero, siete helicópteros de transporte y extinción y dos de gran capacidad, una unidad de meteorología y transmisión y cuatro aviones anfibios.
En el anterior accidente de un Mirage F1, el pasado 20 de enero, dos aeronaves de combate se estrellaron en el sur de Albacete y fallecieron sus tres ocupantes, dos capitanes y un teniente. En Jaén todavía está fresco en la memoria el avión militar que se estrelló en septiembre de 2005 sobre el casco urbano de Baeza, falleciendo el piloto y una mujer y su bebé de nueve meses que estaban en la vivienda donde se estrelló la aeronave.
El de la Sierra de Segura no fue el único incendio que sufrió ayer Andalucía. En Casares (Málaga), el fuego había arrasado 600 hectáreas de monte bajo en las estribaciones del parque natural de Sierra Bermeja, según las primeras estimaciones de los técnicos del plan autonómico antiincendios Infoca. En los próximos días se conocerá la extensión total quemada. El fuego se inició supuestamente de forma intencionada el miércoles a mediodía en la vecina localidad de Estepona y es el más grave de cuantos ha sufrido la provincia de Málaga en todo el verano.
El fuego se declaró estabilizado -paso previo al control de las llamas y a su extinción total- sobre las 18.30, poco antes de que los medios aéreos tuvieran que retirarse del terreno. Sobre las 20.00 continuaban activos dos focos en los que se estaban quemando encinas, alcornoques y quejigos. En el incendio también se vieron afectados el miércoles por la tarde los dólmenes prehistóricos de Corominas, de más de 5.000 años de antigüedad y su centro de interpretación, en Estepona. En las labores de extinción trabajaron, además de 120 efectivos del Plan Infoca, un centenar de militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Todo apunta a que las llamas de Estepona fueron intencionadas. Un operario municipal vio a un hombre que merodeaba sospechosamente por la zona del incendio y cuando se acercó a él para increparle, salió huyendo. Un juzgado de Estepona ha abierto diligencias para investigar las causas del siniestro pero a última hora de ayer no se habían producido detenciones.
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