El presidente imperturbable

Los teléfonos resuenan sin descanso en San Caetano, los funcionarios aguardan pacientes órdenes que no acaban de llegar, los conselleiros deseosos de despachar con el guía supremo deambulan ante la puerta de la oficina presidencial, los jefes de prensa abren temerosos el diario dossier buscando ese titular derrotista que empeñe siquiera un poco el esplendor de la Restauración Popular. Las malas noticias se acumulan y la espera por las resoluciones se eterniza sin que los expedientes se muevan un milímetro a través de la compleja cadena de producción burocrática. El clásico "vuelva usted mañana" de Larra ha sido sustituido en la Xunta por un profesional "lo estamos estudiando", o en versión más corporativa "hemos encargado un informe". Algunos empiezan a afirmar en voz baja que a este gobierno le atenaza la mediocridad. Cuando se topa con una decisión se asusta y no sabe qué hacer con ella. "Os do bipartito eran torpes pero alomenos ao mes de entrar xa estaba funcionando todo, mal, pero funcionando. Estes teñen paralizada á paralise", comienzan a rumorear las malas lenguas, en una cruel pero hasta hace poco impensable reivindicación del gobierno anterior. Imperturbable, Feijóo ni se inmuta y sigue despachando los asuntos con la soltura del buen tertuliano.

La Xunta ha sustituido el clásico "vuelva usted mañana" de Larra por "lo estamos estudiando"

-Presidente, ¿qué pasa con las cajas?

-En junio dejamos la pregunta en blanco porque no lo llevábamos preparado y la dejamos para septiembre.

-Presidente, ¿qué hay de la reforma del Estatuto?

-Estamos esperado la sentencia del Tribunal Constitucional sobre Catalunya.

-Pero esto es Galicia... ¿No sería oportuno que el gobierno adelantara su propuesta?

-Eso es precisamente lo que esperan que hagamos, pero no somos tan tontos y no caeremos en su trampa. Que caigan ellos en la nuestra, que reformen ellos.

-¿Para cuándo la rebaja de impuestos que contrató por escrito con los gallegos?

-Están pasando a limpio el papel del contrato para que quede bonito, no una trapallada en plan Fraga.

-Presidente, hay que decidir algo sobre la prohibición de construir en la costa.... Se acaba la prórroga.

-Estamos valorando prorrogar la prórroga.

-¿Y el eólico?

- Mareando la burra por el Parlamento, a ver si los adjudicatarios se aburren de esperar y devuelven los molinillos.

-Presidente, se quejan los enfermos y los dependientes de las listas de espera.

-Cuánta impaciencia ¿Y qué hay de esa alegría única por recibir un día cuanto ya no esperabas? Díganles que la espera valdrá la pena. Aún tenemos mucho asfalto que echar y mucho peaje por levantar...

-Presidente ¿para quién es la gratuidad de los libros?

-Para el 70%, gentileza de la casa.

-Presidente, perdone -tercia el conselleiro Vázquez-. Pero a nosotros sólo nos sale un 30%.

-Cáspita, Vázquez, tú y el galáctico fichaje de Política Lingüística siempre cortándome el rollo con detallitos

-Por cierto, protesta el presidente de la RAG y dice que nuestra política lingüística crispa... ¿Qué le decimos?

-¿Ya se enteraron? Qué observadores, se nota que son académicos. Ay, si todos los que tenían que haber hablado durante la campaña lo hubieran hecho... Por cierto ¿cómo va ese decreto, campeones?

-Ni idea, pero estamos pensando en montar ahora un concurso vía SMS. Los que quieran castellano que envíen gallego, espacio y la palabra "caca" al 061. Los raritos que quieran gallego que envíen "rarito".

-Presidente, se confirma que la directora de Traballo está condenada en firme por despido improcedente.

-¿No tiene un cuñado o un sobrino a quien echarle la culpa?

-Agotamos el cupo familiar con la madre y la hermana. ¿Qué hacemos?

-Póngalo con los demás expedientes paranormales "chámalles X", junto a las certificaciones de Hernández, las excedencias de Rueda o las contrataciones masivas de Baltar... Todas esas cosas que prometí resolver y nunca encuentro el tiempo. Bien, gobernada Galicia, ahora a Madrid. A ejercer de delfín. Me llevo el kit de "hágase usted mismo su regeneración democrática en un día" para decirle a Zapatero que ya podía donar su sueldo a una ONG y dar ejemplo, que sólo lo estoy dando yo y me siento muy solo en la cumbre. No lo olviden. El presidente está ahí por ahí fuera.