Un cambio de guión
Me hace gracia leer a Zeljko Obradovic reconocer que España es favorita en este Campeonato de Europa y tratar de justificar así la travesía por el desierto por la que se manejan los serbios en los últimos años. Que si la NBA, que si algunos jugadores habían perdido el hambre por competir, que si están intentando reconstruirse con un equipo joven...
Recuerdo hace aproximadamente una década, cuando eran los dominadores totales del baloncesto europeo. Yugoslavos antes, serbios después, se mostraban arrogantes, confiados, seguros de sí mismos... Para ellos, todo lo que no fuera oro era un fracaso.
Ja, ja, ja... ¿A qué les suena?
Efectivamente. Es nuestro momento. Pero, bueno, tendremos tiempo de hablar sobre esto.
Sin embargo, una vez más, todo lo previo a la competición pierde valor cuando comienza el partido.
Sergio Scariolo, fiel a su estilo de los últimos años, propone un equipo con esta disposición: base puro (Ricky Rubio), escolta tirador (Navarro), alero alto (Mumbrú), cuatro abierto (Garbajosa) y pívot puro interior (Marc Gasol).
Y el encuentro comienza con el guión cambiado. Los serbios anotan por calidad individual, pero....
Mmm..., nosotros comenzamos a fallar los tiros abiertos. Esto altera el plan y comenzamos a ir a remolque, algo a lo que esta selección no está muy acostumbrada.
Entramos a jugar con dos pívots puros juntos, Felipe Reyes, Marc, Pau..., pero para ellos no es fácil jugar así. No tienen espacios. No lo han hecho en la preparación y, claro, esto no se improvisa.
Descanso: 15 puntos abajo. Lectura rápida. Llevamos 0 de 10 triples lanzados. Debemos cambiar algo. De entrada, los dos Gasol. ¿Queremos jugar así? ¿O buscamos una solución? Falta Rudy Fernández, es verdad, y sería absurdo forzar a un jugador en el primer día de competición. ¿Carlos Jiménez? Ah... Éste ya no está. Bueno, vamos a por ellos.
Pero estos serbios son tan jóvenes y tan buenos que no respetan a los nuestros. Sin embargo, un cambio a zona 2-3 y el primer triple de Navarro nos meten en el partido.
Un espejismo. Sus cuatro abiertos nos dominan el ritmo del duelo. Velickovic (gran fichaje del Madrid) y Macvan mueven el balón con criterio contra la zona y se nos vuelven a escapar.
Sergio tira hasta de lo que no le habría gustado enseñar hasta bien pasado el torneo. Zona 1-3-1, pero tampoco estamos finos en el ataque. El porcentaje de tiros libres también nos mata.
Maquillamos el resultado, pero, realmente, nunca damos sensación de tener control sobre el partido.
Los campeonatos no se ganan el primer día. Aspiramos a llegar hasta el último. Este traspié no debe hacernos dudar. Seguimos siendo un gran equipo, pero el partido de Lituania y éste contra Serbia nos demuestran que hay contrarios.
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