El último desafío del recadero de Sito Miñanco

La policía se quedó atónita cuando localizó en su escondite la mayor lanzadera descubierta nunca a narcotraficantes. Con 18 metros de eslora, fue construida hace un año en un astillero de la ciudad italiana de Treviso. Supera los 50 nudos de velocidad y en dos días y medio llega al centro del Atlántico. Su imponente casco, equipamientos de navegación, radares y comunicaciones costaron más de 1,5 millones de euros. Cada uno de sus siete motores dispone de su propio ordenador de arranque y lleva en sus tanques 18.000 litros de combustible.

Fue el último desafío del capo Patoco, que comenzó siendo un simple recadero de Sito Miñanco para convertirse en un avezado piloto de planeadoras. Cuando le llegó el encargo de recoger cerca de Las Azores un cargamento de 4.000 kilos para desembarcarlo en la ría de Arousa, ordenó a sus hombres el robo de la lancha, que estaba precintada por orden judicial.

En efecto, la lancha fue robada para hacer el porte, pero la policía tenía su plan para pillar a la organización en el intento. Con víveres, gasoil y las coordenadas del barco nodriza, la superplaneadora apareció abandonada en una playa de Nigrán, mientras surgían todo tipo de especulaciones sobre qué le había ocurrido a la tripulación. Ahora se ha sabido que la policía le había puesto azúcar en los depósitos para bloquear el arranque de los motores. Había comenzado la operación contra la mayor red de transportistas de droga de la ría.

400 millones

Las aprehensiones de cocaína, sólo en los dos primeros meses de 2009, superan el volumen de incautaciones registrado cada año desde 2006. El Greco incautó nueve toneladas entre enero y febrero, en sendas operaciones en las que cayeron dos de los más importantes grupos especializados en el transporte de droga. La primera, se desarrolló en una cala de Muxía, donde se apresaron 4.000 kilos, y fueron detenidos Juan Carlos Fernández Cores, Parido, y Andrés García Gesto, del clan de Os Lulús. La segunda, en alta mar, con el abordaje del pesquero venezolano Doña Fortuna cuando se dirigía a Galicia con un cargamento de cinco toneladas.

En julio la estadística batió un récord con la entrada de dos contenedores en Galicia con 414 y 815 kilos de cocaína, con los que se sobrepasa la barrera de las 10 toneladas intervenidas de esta sustancia y que suponen unas pérdidas brutas para los narcos de 400 millones de euros.