Ivkovic resucita a Serbia
El técnico, invicto como seleccionador en tres Europeos, vuelve a la carga con savia nueva
El baloncesto serbio no sabe de medias tintas. O arrasa o fracasa con estrépito. En los últimos tiempos ha vivido la peor cara, desde las cajas destempladas con las que el ex seleccionador Zeljko Obradovic cerró el infierno en que se convirtió el combinado que la pifió en el Europeo de 2005, para más inri disputado en Belgrado, hasta el horroroso comportamiento de una selección con un pasado legendario y que, por primera vez desde 1960, ni siquiera logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de Pekín. A las figuras serbias, muchas de ellas en la NBA, se les echó en cara su desgana o se les acusó directamente de desertores.
Así estaban las cosas cuando, después de ser desoídas las peticiones de Dusan Ivkovic para nombrar seleccionador a Obradovic o Pesic, el cargo recayó en el propio Ivkovic. Desde entonces, las aguas han vuelto a su cauce. Serbia ha prescindido de la mayoría de sus jugadores de la NBA y ha renovado su selección, clasificándose para el Europeo y exhibiendo un potencial que vuelve a causar el mayor de los respetos.
Ha prescindido de la mayoría de sus jugadores de la NBA y renovado el equipo
Ivkovic, de 65 años, es uno de los entrenadores más expertos de cuantos ejercen en Europa. Su historial al frente de la selección yugoslava es impresionante: tres medallas de oro en los Europeos de 1989, 1991 y 1995 ganó los 19 partidos que disputó en estos tres campeonatos, otra en el Mundial de 1990 y dos de plata en los Juegos de 1988 y 1996. Pero en este campeonato su equipo no será peligroso por la cantidad de estrellas, sino por la cantidad de jóvenes con proyección que aglutina y el espíritu táctico y colectivo que les inculca Ivkovic.
Teodosic, base del Olympiacos, lleva la manija del equipo. Tepic, escolta del Panathinaikos, y Tripkovic, especialista en triples y recién fichado por el DKV Joventut, ocupan las alas. El juego interior queda para Velickovic, fichado por el Madrid, el típico cuatro con buena mano para lanzar desde lejos, y para Krstic, de 2,13 metros, el único integrante de la selección que este año ha jugado en la NBA (Oklahoma Thunders). Otra característica que distingue al grupo de Ivkovic es que sus reservas son capaces de mantener un nivel similar al de los titulares, especialmente Perovic, el pívot de 2,17 metros que juega en el Valencia, y el escolta Paunic. Serbia ha elegido la vía de la renovación en una decisión que aparta definitivamente del equipo a jugadores de la NBA como Stojakovic, Milicic, Jaric, Vujanic, Radmanovic o Pavlovic. Ivkovic asegura que quiso contar con Rakocevic, pero el ex alero del Tau no estará en Polonia.
España no se enfrenta a Serbia desde que la derrotó en el Mundial de 2006, en Japón, por 87-75. La generación de Pau Gasol y Navarro ha ganado los nueve últimos partidos que ha disputado contra Serbia desde el Mundial de Indianápolis en 2002, aunque el título fue precisamente para el equipo balcánico, dirigido entonces por Pesic y con jugadores como Bodiroga, Gurovic, Jaric, Divac y Radmanovic. Eran otros tiempos.
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