Un problema europeo
Eurostat realiza una comparativa de siniestralidad laboral en la UE, pero con tantas salvedades que su interpretación resulta realmente difícil. El problema reside en que las estadísticas nacionales emplean criterios diferentes en cada país miembro en función de las peculiaridades de las coberturas de los seguros. Por ejemplo, España distingue entre enfermedades comunes y accidentes laborales. Sin embargo, Holanda no hace diferencias entre ambos. Los seguros no son distintos en uno y otro caso, lo que imposibilita que haya una estadística específica. En España, los accidentes en el camino de ida o vuelta al trabajo se computan como laborales, pero Francia los excluye de sus estadísticas. Alemania discrimina las muertes por enfermedad, aunque se produzcan en el lugar de trabajo. Es decir, si un empleado fallece de infarto en su puesto será contabilizado en las estadísticas españolas de siniestralidad, pero no en las alemanas. En el Reino Unido no existe una inspección de trabajo con potestades sancionadoras. Los accidentes van todos por la vía penal y los estudia directamente el juez.