"Camps es un populista autoritario, como Hugo Chávez en Venezuela"
Ángel Luna (Madrid, 1952) se ha ganado el respeto de propios y extraños por sus dotes como parlamentario desde que sustituyó a Joan Ignasi Pla como portavoz del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas hace dos años. Reitera un mensaje simple, es necesario recuperar los fundamentos de la democracia que se han pervertido tras años de mayorías absolutas del PP. Pero apenas logra ser oído. Él lo atribuye al control que ejerce el PP sobre todo tipo de entidades cívicas y sobre determinados medios de comunicación. Y lamenta que Francisco Camps se haya convertido en "un populista autoritario, como Hugo Chávez".
Pregunta. El presidente de la Generalitat está noqueado desde hace meses, atravesamos la peor crisis económica en décadas, la deuda pública de los valencianos está por las nubes... Y el PP sostiene que no hay oposición. ¿Hay o no hay oposición?
"El PP traspasa el eje del debate ideológico, izquierda frente a derecha, a una posición territorial, los buenos valencianos frente a los que no son valencianos"
"El voto del PP es básicamente emocional, no se fundamenta en una racionalidad sobre su gestión de gobierno, por eso les conviene y buscan la confrontación"
"Un gobierno que oculta la gestión de dinero público no respeta lo esencial"
"Costa es como el matón de discoteca que busca el encontronazo"
Respuesta. Hay oposición. Una oposición contundente. Pero el PP juega con la ventaja que les da el poder y la capacidad de presión que ejercen sobre empresarios, sindicatos, todo tipo de asociaciones y agrupaciones de la sociedad civil valenciana. Y, por otro lado, funciona su capacidad para condicionar a la mayoría de los medios de comunicación de la Comunidad Valenciana. Trasladan a la ciudadanía una realidad que no se corresponde con lo que de verdad está detrás de la gestión del gobierno en la Comunidad Valenciana.
P. ¿Han pervertido el debate?
R. Han conseguido convertir el debate político en un debate que no tiene nada que ver con los intereses de los valencianos, sino en un debate entre los buenos valencianos frente a los que desde fuera nos agreden. Es una transposición de la postura de los partidos nacionalistas: Nos agreden desde Madrid -además, un Gobierno socialista - y aquí estamos los buenos valencianos, los que defendemos la Comunidad Valenciana, y los que no están de acuerdo con nosotros son malos valencianos. Han traspasado el eje del debate de la posición ideológica izquierda-derecha o progresistas frente a conservadores a una posición territorial, aquí estamos los buenos valencianos frente a los que no son valencianos. Es la postura característica de los populistas autoritarios, como Hugo Chávez en Venezuela.
P. Por alguna razón el mensaje de oposición no es nítido...
R. El mensaje es nítido porque es simple. ¿Respeta el PP las esencias de una sociedad democrática? No. Eso es imprescindible recuperarlo. Cuando un gobierno oculta la gestión del dinero público, que es lo primero que debe estar controlado por la oposición, no hay un respeto por lo esencial. Cuando, además, esa opacidad va asociada a un despilfarro de ese dinero público que sólo beneficia a unos poquitos, que se quiera ocultar los contratos de la Fórmula 1, por ejemplo, que aparentemente suponen un despilfarro y que sólo favorecen a unos pocos amigos del presidente de la Generalitat, el mensaje de la oposición es clarísimo.
P. El PP rentabiliza los grandes eventos y ustedes no pueden ni siquiera oponerse.
R. Nosotros no nos oponemos por principio a los grandes eventos. Nos oponemos al coste de los grandes eventos en función del beneficio que producen. Es un claro cálculo de coste beneficio. Cuando se plantea el tema de la Fórmula 1 hay que poner encima de la mesa lo que cuesta y lo que produce. Si la relación es positiva, bienvenida sea. El problema es que sabemos que lo que cuesta es mucho, muchísimo, y no sabemos lo que produce; es más, sospechamos que produce muy poco.
P. ¿Somos una sociedad de servicios, como reitera el Consell?
R. No deberíamos tener un horizonte cifrado en ser una sociedad de servicios. Lo cierto es que los grandes eventos sólo tienen un objetivo claro y constatable, el corte de cinta y el aparecer en la televisión por parte del presidente de la Generalitat. Lo que puedan producir en beneficio de la economía valenciana con vistas al futuro en estos momentos está por demostrar.
P. Ricardo Costa, portavoz del PP en las Cortes, niega su capacidad como interlocutor. ¿Qué tiene que decir?
R. Es la excusa para empezar el curso en clave de confrontación. El voto del PP es básicamente emocional, no se fundamenta en una racionalidad sobre su gestión de gobierno, y les conviene la confrontación y el enfrentamiento. Es el caso del matón de discoteca que busca el encontronazo para decir que le han provocado y sacudir.
P. Costa le acusa de plantear un calendario parlamentario sin haber negociado con él.
R. El año pasado me recriminaron que no hubiéramos hecho una propuesta de calendario. Este año me recriminan por todo lo contrario cuando yo me limito a presentar una propuesta para debatir sobre ella. Es grotesco, como casi todo lo que hace el portavoz del PP. No entiende ninguna actuación que no se someta a la presión que ejerce. Están acostumbrados a presionar a la sociedad civil y a que casi todo el mundo sea sensible a sus presiones. Cuando se encuentran con que alguien no es sensible a sus presiones sienten que tienen que acabar con él.
P. ¿Cuáles serán las grandes líneas que trazará el PSPV en el debate sobre política general?
R. Soy monotemático. La democracia no es sólo el régimen que permite más libertad, sino que es el más eficaz desde el punto de vista del crecimiento económico y del bienestar social. Cuando una sociedad no es democrática se despilfarran los medios, no se atiende a lo que tiene que aportar todo el mundo y eso redunda en un empobrecimiento colectivo desde el punto de vista económico y desde el punto de vista social. Cuando el PP insiste en la opacidad, estamos despilfarrando recursos públicos. Cuando insiste en cercenar las posibilidades de debate con la oposición, está cerrando a la sociedad la capacidad de aportar, empobrece la dinámica social.
P. ¿Qué opina sobre los recientes cambios en el Consell?
R. Son la manifestación más clara del bloqueo personal psicológico y del bloqueo político del presidente Camps. Psicológico porque no es capaz de romper el círculo más inmediato que tiene a su alrededor y político porque no es capaz de añadir savia nueva a su gobierno. Demuestra que su proyecto está agotado y que da de sí lo que él aguante.
P. ¿Es una provocación mantener a Alejandro Font de Mora como consejero de Educación?
R. No sólo es una provocación, es una prueba más de la incapacidad del presidente Camps para oxigenar su entorno. En estos momentos, Camps es una clave de bóveda que soporta un conjunto de equilibrios. Si se quita la clave, se cae toda la bóveda, porque están todos los nervios de la bóveda apoyados en su posición. Por otro lado, cualquiera de los nervios que se quite descoloca la clave de bóveda. Tocar a Font de Mora le exigiría un reacondicionamiento de todos los equilibrios que le plantea problemas.
P. ¿Qué opina sobre las denuncias de una supuesta persecución política que airea el PP?
R. Mariano Rajoy es prisionero de una estrategia suicida para el PP. Intenta desacreditar de antemano posibles implicaciones de determinadas personas que puedan aparecer en los sumarios abiertos, no por la policía o el fiscal, sino por los jueces de este país.
P. ¿Es peligrosa esa estrategia?
R. Es un comportamiento irresponsable, incomprensible e inimaginable en cualquier otro país que no fuera Italia.
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