Iberdrola no acredita su autorización para perforar seis metros en el Sil

La Fiscalía de Ourense investiga si Iberdrola tenía autorización de la Confederación Hidrográfica del Norte y de la Consellería de Medio Rural para profundizar hasta seis metros en la cola del embalse de San Pedro. "Quizá hubo una autorización verbal, pero a nosotros no nos consta la documental", sostiene el ministerio fiscal. La eléctrica, que construye el nuevo embalse de Santo Estevo II, una ampliación de la de Santo Estevo I aguas abajo del río Sil, realizó esa excavación en la madrugada del 4 al 5 de agosto, según consta en la denuncia presentada a la Fiscalía por los Axentes Forestais, dependientes de Medio Rural pero con competencias de policía judicial, que levantaron acta aquella madrugada.

El fiscal dice que, de momento, "no hay evidencia de hecho delictivo"

Según ese informe, y la denuncia con acopio de material gráfico aportada por el BNG, el dragado a esa profundidad provocó el secado del río en un tramo de seis kilómetros en pleno Canón do Sil, zona catalogada como Lugar de Interés Comunitario (LIC) e incluida en Rede Natura 2000. En el acta levantada por los agentes queda constancia de que la obra se hizo de madrugada, con dos máquinas retroexcavadoras que movían la tierra "sin la presencia de los técnicos" de la empresa contratada por la hidroeléctrica para garantizar la calidad del agua y la ausencia de daños en flora y fauna.

El fiscal jefe de Ourense, Florentino Delgado, ha encargado al mismo cuerpo de Axentes Forestais la investigación de la actuación de la hidroeléctrica en el Sil durante julio y agosto. Delgado sostiene que de momento "no hay evidencia de hecho delictivo", pero sí determinadas circunstancias "que deben aclararse", motivo por el que decidió abrir diligencias. La Fiscalía señala que "algo ha debido afectar" al ecosistema el vaciado del río en ese tramo y quiere saber si la afección "fue lo suficientemente relevante" como para considerar la actuación delito medioambiental. Si así fuera, la sanción podría impedir a la empresa participar en concurso públicos durante una temporada.

A la vista de la petición del Ministerio Fiscal, los Axentes Forestais deberán elaborar un informe con los detalles técnicos de la obra, la plasmación cartográfica y fotográfica, la identificación de los responsables, y ofrecer la relación de permisos y autorizaciones para las actuaciones realizadas. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que ha compulsado ya la documentación solicitada para aportarla a la investigación, replica que todas las autorizaciones concedidas están documentadas. "Aquí no se dan nunca permisos verbales", señala un portavoz.

El organismo de cuenca reconoce que Iberdrola solicitó una reunión, celebrada el 4 de agosto con representantes de la misma entidad y de Medio Rural, para informar del descenso del río en ese tramo "imprescindible para poder realizar la obra". Pero recalcan que la reunión se convocó por "por deferencia" de la eléctrica para informar de cómo iban a evitar la mortandad de la fauna. "Fue una reunión informativa", señalan para recalcar que no se le concedió permiso verbal. Documental tampoco, porque según los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, la autorización "está implícita" en el informe del impacto ambiental, "aprobado sin más alegaciones que las de la Sociedade Galega de Historia Natural".

En ese informe consta que para realizar el proyecto es necesario construir un desagüe a 120 metros sobre el nivel del mar y el ministerio entiende que de ello se deduce que "hay que bajar la cota para poder trabajar, a no ser que lo hagan buzos". "En un proyecto así no puede figurar cada gramo de tierra que se mueve", replica el portavoz de la Confederación Hidrográfica.

La Fiscalía investiga además por qué la eléctrica no cerró las compuertas del embalse al detectar que se secaba la cola del río en San Pedro y reclama información sobre fecha y criterios fijados para la concesión, por Medio Ambiente, del caudal ecológico de Santo Estevo.