Una agonía de tres años

"Es mi hija. Justo cinco meses antes de que él le disparase". Hacía mucho que Javier Romero no ponía el vídeo de la boda con su actual esposa, en abril de 2006. Demasiado doloroso. En éste, aparece Carmen, su hija, fruto de una primera relación y con 16 años entonces, junto a su presunto homicida, Manuel García. Una noche de septiembre de aquel año, con el noviazgo ya roto, García cogió una escopeta. Horas después, llamó a la Guardia Civil para confesar que acababa de pegar tres tiros a bocajarro a la muchacha. Todo ocurrió a las puertas del centro de protección de menores de la Junta de Andalucía en Rute (Córdoba). Uno de los disparos dejó a Carmen condenada a vivir en una silla de ruedas, sin un riñón y con continuos y fortísimos dolores que la fueron consumiendo y que precisaban de grandes dosis de calmantes.

El sufrimiento y los calmantes acabaron debilitando el corazón de Carmen

Su agonía ha durado tres años. La semana pasada, el corazón de Carmen se paró. La acusación particular considera que la chica murió como consecuencia directa de las heridas producidas presuntamente por Manuel García. Por ello, los abogados de la familia ultiman una nueva estrategia legal con la que, esperan, se avale el cambio de la calificación inicial del delito como homicidio en grado de tentativa por el de asesinato. Los servicios jurídicos de la Junta trabajan en la misma línea.

La familia también hace responsable a la Administración autonómica, por permitir que aquella noche, ante la insistencia del ex novio, la chica saliese del centro para encontrarse con él. Otra versión señala que Carmen ya se encontraba fuera y que volvía de dar un paseo. Mientras, García, que hoy tiene 26 años, sigue en prisión, a la espera de la fecha de un juicio que, seguramente, se retrasará más. Nada hacía presagiar, hace tres años, que aquel muchacho que acompañaba a Carmen, fuese a convertirse en su verdugo.

"Yo lo vi varias veces. Sé que trabajaba con el padre, creo que de albañil. Y mi hija no me había contado nada raro de él", explica Romero, antes de poner el vídeo. Carmen llama la atención. Era una adolescente guapa, alta y con una larga melena rubia. Podría aparentar más de los 16 años que tenía entonces.

Carmen conoció a Manuel García en Rute. Multitud de problemas familiares obligaron a la Junta a hacerse cargo de la patria potestad de la joven, que vivía con su madre. Carmen pasó primero por un centro en Córdoba y desde febrero de 2005 vivía en el pueblo de la subbética. El padre cree que allí, su hija, se estaba centrando e incluso hacía planes para volver a estudiar. Tras la agresión, Carmen pasó meses en la UCI del Reina Sofía y un año en el hospital de parapléjicos de Toledo. Cuando cumplió 18, decidió ir a vivir con su madre. Con ella permaneció hasta su muerte, a punto de cumplir los 19.