El libre gana al central
Chigrinski confirma que Guardiola quiere zagueros que jueguen el balón
Dmitro Chigrinski (Izyaslav, Ucrania; 1986) llegó ayer a Barcelona y hoy será presentado como jugador del Barça después de pasar la correspondiente revisión médica y firmar un contrato por cinco temporadas y una ficha superior a los dos millones de euros. Aunque no podrá disputar la Liga de Campeones por haber jugado la fase previa con el Shakhtar Donetsk, Pep Guardiola le considera una pieza fundamental para su equipo, motivo que ha llevado al club azulgrana a abonar por él 25 millones, diez menos que los pagados al Sevilla por Alves, el zaguero más caro desde la llegada de Joan Laporta a la presidencia.
Chigrinski es el séptimo central incorporado por el director deportivo, Txiki Begiristain. Algunos han tenido un paso efímero, como Mario (2,4 millones), Thuram (5) y Cáceres (21), cedido al Juventus. Una grave lesión ha limitado a Gaby Milito (21). El brasileño Henrique (10) no ha convencido al entrenador en la pretemporada y será cedido al Racing después de jugar ya una campaña como prestado en el Bayer Leverkusen, en la Bundesliga. A cambio, el rendimiento de Piqué (7) y Márquez (5), pese a sus constantes contracturas musculares, ha sido muy del agrado del técnico. Guardiola ha renovado la confianza en ambos; aspira a que el capitán, Puyol, renueve su contrato, que finaliza en 2010 -el jugador quiere asegurarse una cierta continuidad en la alineación-, y ha dado las gracias al club por incorporar a Chigrinski. Fontàs y Muniesa, dos zagueros que han participado en la pretemporada, jugarán en el filial tal y como ocurrió el año pasado con Pedro, ahora ya con contrato profesional.
"El rendimiento de la cantera es tan estupendo que cualquier fichaje resulta complicado", convienen en el servicio técnico del club; "hay que apostar por futbolistas que valgan la pena y ofrezcan garantías". Guardiola entiende que, con Chigrinski, el Barça puede dar un salto de calidad.
Al entrenador le interesa que los centrales se abran en el campo, jueguen la pelota, eliminen la línea de presión con el pase, ayuden a juntar las líneas y tengan un buen cambio de orientación. Un perfil que se ajusta al del libre clásico de años atrás. No es casualidad que haya reciclado a mediocentros como Touré o Fontàs. No hay dudas técnicas sobre Chigrinski, que se maneja con las dos piernas. Y, sobre su carácter, el club espera que no surjan problemas. "Espero crecer y ser una pieza importante", zanjó.
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