"Ni despedí a nadie ni defiendo la precariedad"

Tras quince días deliberadamente alejada de la escena pública, Ana María Díaz López, la directora general de Formación y Colocación de la Xunta, condenada por el despido de una mujer que trabajaba en la empresa familiar sin contrato ni alta en la Seguridad Social, reapareció ayer en la clausura de un taller ocupacional en Ortigueira.

Un juez ferrolano la condenó por el despido improcedente de una empleada del restaurante paterno, que durante seis meses cocinó y limpió sin contrato más de 40 horas a la semana por 400 euros al mes. La sentencia es firme y no fue recurrida.

Arropada por la cúpula del PP gallego, respaldada por la conselleira de Traballo, Beatriz Mato y defendida por el presidente de la Xunta, la directora general se aferró al puesto y durante dos semanas guardó silencio mientras PSdeG y CIG exigían su dimisión.

"Entendí que no me afectaba porque no soy parte de la empresa"

"Mezclar los asuntos familiares y personales es un golpe bajo"

Ana María Díaz López (Valdoviño, 1966) licenciada en Derecho por la Universidade de Santiago de Compostela y funcionaria en la Administración autonómica desde hace 17 años, admite que "fue un error" no recurrir el fallo judicial y defiende su honradez frente a quienes han hecho de la polémica una herramienta "de desgaste político" contra la nueva Xunta. "No estoy a favor de la precariedad laboral" concluye, "pero mezclar lo personal y lo familiar es un golpe bajo".

Pregunta. ¿Por qué no recurrió la sentencia?

Respuesta. Tengo que acatarla porque no la he recurrido, pero no la comparto. Cometí dos errores. El primero fue no presentarme en el juicio porque la empleada trabajaba para mi hermano. El segundo fue no recurrirla.

P. ¿Por qué?

R. Entendí erróneamente que no me afectaba porque no soy parte de la empresa. No he tenido ni mantengo ninguna relación con la sociedad que forman mi padre y mi hermano [Edelmiro Díaz Rodríguez e Infante Díaz López].

P. El PP achacó la condena a un error judicial. ¿Pedirá una aclaración de la sentencia?

R. En defensa de mi honor, a título personal he contratado los servicios de un despacho de abogados para que inicien todas las acciones legales oportunas.

P. La sentencia judicial dice que es usted quien ejecuta el despido.

R. Hay una confusión de nombres que, interesadamente, se ha intentado utilizar como labor de desgaste hacia el Gobierno. No despedí a esa persona ni mantuve con ella relación mercantil ni laboral.

P. El juez no lo vio así y habla de confusión jurídica.

R. Hay un camino legal para revisar la sentencia. Pretendo esclarecer esa confusión.

P. Sin embargo, una hija de esa trabajadora limpiaba en su casa y planchaba en el bar propiedad sus padres. También fue despedida.

R. Cierto. [Esta segunda sentencia condena a la sociedad civil pero exculpa a Ana MaríaDíaz López].

P. ¿Era conocedora de si tenían contrato?

R. Hasta donde yo sé, lo tenían. La responsabilidad es siempre individual no familiar. Mezclar los asuntos familiares y personales es un golpe bajo.

P. ¿Tienen los contratos en regla los trabajadores de la empresa de su familia?

R. Hasta donde yo sé, lo tenían. No estoy a favor de la precariedad laboral.

P. ¿Se siente respaldada por el PP?

R. Absolutamente. Han conocido la realidad de los hechos.

P. La CIG sostiene que si consiente esto en su familia, más lo hará con las empresas.

R. En mi ámbito competencial no está el sancionar a la empresas. Quiero que se me juzgue en el ejercicio de mis competencias.