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Una banda usaba carros con bebés para meter droga

La policía desmantela dos 'fábricas' de cocaína en la Costa del Sol

La Guardia Civil ha desarticulado en las provincias de Málaga y Cádiz y en la ciudad autónoma de Ceuta un grupo de traficantes que introducía en España hachís y cocaína oculta, entre otros lugares, en carritos de bebés. En la operación, bautizada Bedú y que empezó a investigarse en febrero de 2008, fueron detenidas 21 personas y se intervinieron 1.600 kilos de hachís y 300 gramos de cocaína.

Dos de las arrestadas, una mujer marroquí y otra española, fueron detenidas cuando trabajaban como mulas pasando droga en un doble fondo de los carritos en los que dormían sus bebés. Las pesquisas de la Guardia Civil permitieron comprobar que miembros de la organización adquirían los cochecitos, que luego eran manipulados para fabricar el habitáculo del doble fondo. Posteriormente, los narcóticos eran introducidos en vehículos robados por otra célula de la organización y que partían con destino a Francia. Los hijos de las mujeres arrestadas fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores.

La red estaba organizada en grupos independientes para dificultar las labores policiales. Además de los ladrones de coches y de los traficantes de hachís en carros de bebés, otro grupo introducía cocaína en España oculta en tabletas de chocolate comestible. Estas tabletas eran enviadas en paquetes postales y miembros de la organización se encargaban de recoger la droga en los domicilios de los destinatarios. La investigación arrancó a partir de información lograda por la Guardia Civil en operaciones anteriores.

Dos laboratorios

La policía hizo público ayer el desmantelamiento de dos laboratorios de estupefacientes en la Costa del Sol en una operación en la que fueron detenidas seis personas e intervenidos más de veinte kilogramos de cocaína y de sustancia de corte. Según un comunicado emitido ayer por la policía, la organización trasladaba la droga semanalmente desde Madrid y la cortaba para su venta.

La investigación comenzó hace seis meses sobre un grupo de personas afincadas en Málaga. Los agentes, tras seguir a un transportista hasta Madrid, averiguaron que la organización disponía de dos viviendas en la zona que podrían usar como laboratorio clandestino, aunque, según la policía, conseguían la cocaína y las sustancias químicas para su tratamiento en algún otro punto del país.

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