"Ha sido el mejor fin de semana para el turismo en lo que va de año"

A pesar de la bajada de asistentes al Gran Premio de Europa, la Fórmula 1 ha llenado por segundo año consecutivo los hoteles de Valencia. El impacto económico para la ciudad y su área metropolitana, sin embargo, ha sido menor que en la edición pasada, y se ha centrado en el puerto y las localidades costeras. Con todo, "ha sido el mejor fin de semana de lo que llevamos de año, incluso ha superado al del 15 de agosto que suele ser el de mayor afluencia de turistas", afirma José Palacios, vicepresidente de la Federación de Empresas de Hostelería de Valencia.

"La Fórmula 1 ha servido para que los visitantes se acerquen a las zonas más turísticas y se paseen por las playas", afirma Palacios, "pero si lo comparamos con las expectativas, el gran premio no ha tenido el mismo resultado que el año pasado". Los aficionados, que abandonaron ayer en masa la ciudad, han optado por un turismo más económico. "Ha habido mucha terraza de refresco y restaurantes de menú, pero los de gama alta han bajado su ocupación en un 50%".

El Gran Premio ha dejado menos beneficios que en la edición pasada

El viernes y el sábado, las 18.000 plazas de la capital estaban prácticamente ocupadas, aunque a los hoteleros han tenido más trabajo que en la primera edición, cuando las reservas se agotaron medio año antes de la celebración de la prueba y algunos establecimientos triplicaron los precios aprovechando la ingente demanda. "El año pasado parecía que podíamos haber llenado diez hoteles, y este nos ha costado", confiesa Benjamín Jimeno, recepcionista de un céntrico hotel de la capital. Además, la onda económica ha llegado con menor intensidad a Alicante y Castellón, cuando en el estreno del circuito los asistentes se alojaron masivamente en los hoteles de las dos ciudades.

Para la hostelería, la mayor preocupación durante estos días ha sido que los miles de aficionados que se han acercado al circuito lo han hecho sin afán de gastar dinero. Las calles del centro de Valencia estuvieron semivacías durante todo el fin de semana, y en el puerto las cafeterías no hacían el mismo negocio que en la primera edición del Gran Premio de Valencia. Sin embargo, el balance final ha sido "positivo", según Palacios, teniendo en cuenta las expectativas de mitad de semana. El miércoles pasado la ocupación de los establecimientos hoteleros apenas rozaba el 75%, y el secretario general de la Unión de Hoteleros, Luis Martí, hacía un llamamiento a los visitantes: "Hay un 25% de plazas libres, queremos invitarles a que visiten Valencia".

Cambio de fechas

Por otra parte, la intención de la Generalitat de llegar a un acuerdo con la Federación Internacional de Automovilismo para cambiar de fecha el Gran Premio de Valencia al 27 de junio o al 11 de julio, es vista con buen grado por los representantes hosteleros. "Me parece positivo todo lo que sea aproximar un gran evento a los puntos débiles del verano. El turismo en julio y septiembre ha bajado en los dos últimos años, mientras que en agosto se trabaja regularmente sin necesidad de ningún gran acontecimiento como la Fórmula 1 o la Copa del América. Si fuera en junio sería maravilloso. Los restaurantes se volcarían con el acontecimiento del mes", afirma el hostelero.

En este contexto, la segunda edición de Motor Box Experience, la zona de ocio situada en Feria Valencia, no ha cumplido las expectativas. Desde el miércoles al sábado apenas un millar de visitantes se han acercado a esta instalación, donde podían contemplar una exposición de monoplazas o mostrar sus habilidades en los simuladores de carreras. Sin embargo, para Nacho Rocafull, codirector del evento, "la acogida [que ha tenido la muestra] ha sido excelente".