Dos detenidos por tirar a un inmigrante por la borda

El fenómeno de la inmigración irregular en la zona del Estrecho de Gibraltar ha arrojado desde hace más de dos décadas trágicas escenas y situaciones variopintas, pero la última dada a conocer por la Guardia Civil pone más aún de manifiesto la falta de escrúpulos de quienes se dedican a traficar con personas desde el norte de África. Ayer, pasaron a disposición judicial dos vecinos de la Línea de la Concepción a los que se acusa de un presunto delito de homicidio en grado de tentativa por arrojar por la borda de la embarcación en la que viajaban por el Estrecho a un inmigrante indocumentado de origen marroquí al que trasladaban con el objeto de introducirlo de forma ilegal en nuestro país.

La Guardia Civil rescató al magrebí a una milla al sur de Punta Carnero

Los hechos, que fueron dados a conocer ayer, se remontan al pasado día 14 de agosto, cuando una patrullera del Servicio Marítimo divisó a una milla al sur de Punta Carnero a un individuo que a duras penas flotaba en el agua y pedía auxilio a gritos.

Una vez a bordo, este hombre explicó a los agentes que, viajaba en compañía de dos personas en una embarcación fueraborda desde las costas marroquíes y que, al percatarse de la presencia de la patrullera fue arrojado por la borda a empujones.

Tras escuchar el testimonio del rescatado, la embarcación de la Guardia Civil puso proa a la zona de Punta Carnero, en donde los agentes avistaron y detuvieron la embarcación fueraborda en la que viajaban las dos personas que presuntamente habían arrojado al inmigrante al mar.

Por su parte, el norteafricano fue conducido al llegar a tierra, hasta la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Algeciras donde se iniciaron los trámites para su devolución.

Por otro lado, el Cuerpo Nacional de Policía informó ayer de la detención de dos personas que presuntamente utilizaban una atracción de feria para introducir ilegalmente a inmigrantes en España y por obligarles a trabajar en el citado negocio. Los detenidos son el propietario de la atracción, de nacionalidad española, y el encargado, un marroquí que negociaba con los inmigrantes ilegales.