Sin transporte por ir en silla de ruedas

Carles Pasqual tiene 67 años y una gran discapacidad. Enfermo de párkinson, se traslada en una silla de ruedas por culpa de dos prótesis en sus maltrechas rodillas. Reside en Cubelles (Garraf), y semanalmente debe trasladarse a la vecina Vilanova i la Geltrú para recibir tratamientos de reflexoterapia y logopedia. Un trayecto de cinco minutos en coche que a él se le eterniza: no puede subir al autobús, de la empresa Monbus, porque va en silla de ruedas. "He estado horas esperando el transporte. Pasa un autobús cada hora. Si la rampa para subir no funciona, me dicen que me espere a que venga otro", explica. Si no se encuentra con un conductor amable que pida ayuda y lo suba al vehículo a peso, debe pedir un taxi, que cuesta unas diez veces más caro. Coger el tren también es una quimera: la estación de Cubelles no está adaptada. Ha tenido que quedarse en tierra varias veces en los últimos meses.

Pasqual dijo basta en junio. Se dirigió al Ayuntamiento, que le prometió trabajar en ello. Tras pasar un mes sin novedades, tramitó una queja al Departamento de Política Territorial de la Generalitat. Le respondieron por carta: lamentan su situación, pero aseguran no poder hacer nada si el autobús se estropea. Tras recibir la misiva, habló con la Asociación de Minusválidos de Cubelles (AMICU), de la que es socio, para que mediaran. AMICU ha pedido varias veces reunirse con la empresa Monbus, que de momento se limita a dar la callada por respuesta. "Te sientes impotente, ya no sabes qué más hacer", lamenta Pasqual. El presidente de AMICU, Luis Criado, promete dar batalla para lograr un autobús en condiciones: "Estamos encarcelados, sin transporte. Somos personas y tenemos derecho a movernos".