Un incendio provocado destruye una nave y 14 camiones en Albal
La Guardia Civil investiga una venganza o el cobro fraudulento del seguro
Las llamas consumieron en la madrugada de ayer la nave que la empresa de mudanzas Azahar tenía en Albal y los 14 camiones y tres furgonetas estacionados en el interior. El incendio fue provocado, con varios focos de origen. Eso hizo que en escasos minutos se extendiera por toda la nave y que a pesar de que los bomberos se encuentran a escasos tres minutos del lugar, encontraran un fuego de enormes dimensiones e imposible de sofocar. El aparejador del Ayuntamiento de Albal (Valencia) evaluará la necesidad de derrumbar la sede de la empresa de transportes, según explicó ayer el alcalde, Ramón Marí.
La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación del caso. Y aunque ninguna hipótesis está descartada, las pesquisas se centran en una posible venganza o en una situación económica delicada que pudiera haber llevado a tratar de recuperar dinero recurriendo a las pólizas de seguro. Queda descartado inicialmente el accidente porque la empresa estaba cerrada por vacaciones y la instalación eléctrica, desconectada. La nave sufrió el desprendimiento del techo y las paredes amenazaban ayer con caer, por lo que el aparejador municipal decidió no acceder a las instalaciones hasta que no lo autorizasen los bomberos.
El Ayuntamiento estudia el derrumbe de la nave dado su estado ruinoso
Los propietarios de la nave, muy afectados por lo sucedido, se acercaron a primera hora de la mañana de ayer al lugar de los hechos. El alcalde explicó que fue a la 1.50 cuando una patrulla de la Policía Local detectó llamaradas procedentes del polígono y comprobó que se había declarado un incendio en la nave Azahar. De inmediato, avisó al 112, bomberos y Protección Civil, a los propietarios de la empresa y a los de la compañía de al lado, dedicada a la tapicería.
Hasta el lugar de los hechos acudieron ocho camiones de bomberos de los parques de Catarroja, Silla, Torrent y Alzira, entre otros medios, que dieron por controlado el fuego pocas horas después. El sargento de bomberos del parque de Torrent, Agustín Hernández, explicó que cuando llegaron los efectivos "el fuego cubría la totalidad de la empresa y hacía imposible su extinción, por lo que se optó por controlar el fuego y evitar su expansión".
Según afirmó, "lo único que se pudo hacer fue intentar que el fuego no se propagara a otras industrias colindantes". Y añadió que "lo complicado de la extinción fue la gran carga de fuego que se produjo".
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