Error del ciudadano
M. G. G., ciudadano de Barcelona, recibió hace unos meses una nota: el Ayuntamiento le notificaba que debía el IBI de una cierta propiedad. Nombre correcto, número del DNI exacto, no así la cuenta corriente. "¿Cómo que no es suya la cuenta? Seguro que se equivoca", le dijo un funcionario muy convencido de que el error es siempre del ciudadano, jamás de la burocracia municipal.
El ciudadano tuvo que empezar un periplo para demostrar que no era propietario de una plaza de aparcamiento. No lo consiguió y sus diversos escritos pincharon en hueso. Era evidente que no iba a saber él más que el Ayuntamiento. Y éste se lo hizo saber por la vía de apremio: o paga o le embargamos la cuenta que, por suerte para él, no era suya.
"En la última conversación telefónica que mantuve a través del teléfono 010, me indicaron que yo debo estar en un error, porque en el sistema informático les figura que yo lo vengo pagando desde hace años", escribió el lector.
El Ayuntamiento de Barcelona reconoce que, efectivamente, se trata de un error municipal. Por motivos que nadie sabe y que nadie averiguará, no sea que dejara de ocurrir, se produjo un error y se confundió al lector con otro ciudadano de igual nombre y apellidos. Un portavoz del Consistorio aseguró que el error corresponde al IBI de un único trimestre y que se procederá a comunicarle que no tiene que pagar nada. De momento, sin embargo, nadie se lo ha dicho.
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