Una existencia rozada de amor y muerte
Poesía. Los poemas de la porteño/madrileña Noni Benegas (autora, junto a Jesús Munárriz, de la antología Ellas tienen la palabra, 1988) se terminan casi bruscamente, como si se les hubiera cortado la palabra para que sigan soltando sentido en la mente y el alma del lector. Son versos trabajados a conciencia que, por otra parte, no dejan de mostrar algo inconcluso o todavía embrionario. Segmentación estratégica que Benegas viene practicando -como en Fragmentos de un diario desconocido (2004)-, en la que late en cada palabra la potencia de la continuidad perdida. Poemas sin título que no empiezan ni terminan: se encienden, retoman, y hacen silencio o son silenciados. La muerte de la madre pulsa en cada verso; y el amor por la madre como raíz o matriz de cualquier otra forma de amor.
De ese roce vivo
Noni Benegas
Huerga & Fierro. Madrid, 2009
75 páginas. 12 euros
El libro está sobrevolado por el aire de la poesía clásica: "Esta primavera que fue dolor cansino / y ahora es verano trasnochado"..., escribe Benegas; o bien: "una Estigia laguna concentrada / entre ayes, dolores y quejidos // y sones sinuosos ya sonidos / de suspiros y de alientos recobrados (
...)". Y también: "nacer naciendo / como quien supo sabiendo, lo imposible". Es el "no saber sabiendo" de san Juan y el "ir y quedarse" de Lope junto a la misteriosa palabra Mamá de Marosa di Giorgio (en el acápite del libro), y la muerte reveladora, en sentido fotográfico, a la que se refiere Mirta Rosenberg en una de las citas con que Benegas cierra estas páginas.
Subjetividad segmentada y provisoria que sólo se construye en el verso. Eso que José María Valverde llamó, en el prólogo al primer libro de Noni Benegas, "la ironía de la seriedad", busca aún y encuentra su forma.
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