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Reportaje:teatro

Los dramas de Melilla suben a escena en Malí

Emigrantes que no entraron en España cuentan su aventura en un musical

Osman Traoré, de 27 años, sueña con "actuar algún día en España", pero, por lo pronto, está contento de haber subido al escenario en su propio país, Malí, y hasta en el vecino Níger. "Pude expresar así la angustia que sufrí", afirma satisfecho al teléfono desde Didieme, su pueblo natal, a 150 kilómetros de Bamako, la capital maliense.

La zozobra a la que alude Traoré la padeció durante el otoño de 2005 cuando miles de inmigrantes subsaharianos intentaron saltar las verjas que circundan Ceuta y Melilla. Él lo probó en ambas ciudades y fracasó. Fue expulsado a su país desde Marruecos.

Aminata Traoré, de 62 años, ex ministra y presidenta de una ONG, Forum Pour un Autre Mali, acudió, a veces, en 2005, al aeropuerto de Bamako a acoger a los repatriados forzosos.

En un país en el que emigrar es una obsesión colectiva, "aquel que carece de proyecto migratorio o aquel que fracasó al intentarlo no tiene hueco en la sociedad", asegura la presidenta. "Le será incluso difícil encontrar novia".

Traoré quiso hacer algo por ellos. Habló con su amigo Souleyman Koly, de 65 años, un conocido coreógrafo marfileño. Éste ideó ¿Por qué marcharse?, una obra musical sobre el drama de la emigración clandestina en la que una veintena de actores profesionales, en su mayoría malienses, comparten escenario con nueve jóvenes "derrotados" por las casi infranqueables alambradas de Ceuta y Melilla.

"No habían actuado nunca y, por supuesto, desempeñan papeles secundarios", señala Koly. "Les pedí que sus rostros y sus gestos reflejasen sus sentimientos del día en que se estrellaron frente a las vallas de Europa".

La obra es, a la vez, una "reivindicación del derecho a circular libremente, pero también una llamada a luchar por cambiar las cosas aquí, en África", prosigue Koly. "Es, sobre todo, una descripción de las heridas psicológicas, de la vergüenza por el fracaso y de la difícil reinserción".

¿Por qué marcharse? se estrenó en Bamako a finales de 2008 y se trasladó a Niamey (Níger). "La acogida fue entusiasta", afirma Aminata Traoré. Parte del público no pudo "parar de llorar", señalaba la crítica de Le Républicain.

Rebautizada Taama -La Marcha en lengua bambara, mayoritaria en Malí- acaba de concluir una gira por el interior del país. "El siguiente objetivo es hacer una tournée por África Occidental", anuncia Koly. Osman Traoré, el actor aficionado, fantasea incluso con que algún mecenas subvencione una gira por esa Europa que le cerró las puertas.

La cooperación española no la va a costear, pero en Didieme, su pueblo, se ha gastado 38.000 euros en construir un centro de acogida para emigrantes retornados.

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