Adiós al 'rey del zoom'
Fallece a los 73 años el innovador realizador y productor Valerio Lazarov
Valerio Lazarov llegó a España a finales de 1968 y revolucionó una televisión raquítica y gris gracias al uso creativo del zoom. Los críticos de la época, en plena dictadura franquista, tildaron su estilo de "agresivo, dinámico e innovador". Sin embargo, se convirtió en el realizador más popular de los años setenta y casi veinte años después fue uno de los artífices de la puesta en marcha de Telecinco, una de las primeras cadenas privadas de España. Lazarov contribuyó como nadie a transformar el medio. Inventó un nuevo lenguaje y su legado audiovisual incluye barrocas imágenes electrónicas, avanzadas técnicas de filmación que luego copiarían hasta la saciedad los vídeos musicales. También suprimió los decorados tradicionales por fondos por ordenador.
"Fue una mente privilegiada para la innovación estética", según Telecinco
Lazarov, que falleció en la madrugada del martes en Madrid, a los 73 años, había nacido en Birland (Rumania) el 20 de diciembre de 1935. En 1972 obtuvo la nacionalidad española. Estudió cuatro años en la Escuela Estatal de Cinematografía de Bucarest y empezó a trabajar en la televisión nacional rumana, donde se especializó en la producción de musicales. Llegó a España después de que Juan José Rosón, entonces ministro del Interior, le fichara en un festival en Praga. Su primera incursión en TVE fue el programa Nada se destruye, todo se transforma. Después llegaron El irreal Madrid -que representó a TVE en el Festival de Montecarlo, en 1970, y fue galardonado con la Ninfa de Oro- o Especial pop. Enseguida fue apodado como el rey del zoom, por su personal uso de la cámara. Los frenéticos movimientos de alejamiento y acercamiento marcaron un estilo de hacer televisión. Señores y Señoras, Burbujas, La sonrisa de un niño, Pasaporte a Dublín, 360 grados en torno a... o Sumarísimo son otros de los títulos significativos de su primera época.
Lazarov fue un hombre que se reinventó continuamente. En 1981 entró a formar parte del imperio de Silvio Berlusconi tras un provisional paso por la RAI y en mayo de 1989 se incorporó a la recién nacida Telecinco, que seguía la estela del italiano Canale 5. Desde sus puestos de director general y consejero delegado quiso alimentar el canal con contenidos "desenfadados y de masas, en guerra contra el aburrimiento". Aunque uno de los símbolos de aquel momento fueron las Mama Chicho, bellas azafatas y bailarinas ataviadas con escuetos vestidos, que agitaron a la audiencia. También fue responsable de programas como VIP Noche, con Emilio Aragón y Belén Rueda, La máquina de la verdad, que presentaba el periodista recientemente fallecido Julián Lago o Tutti Frutti, que supuso el debut profesional de Penélope Cruz.
Con su muerte, anunciada ayer por uno de sus hijos, Telecinco señaló que "desaparece el pionero de la televisión centrada en el espectador y no en el poder". "Rompió con los convencionalismos y fue una mente privilegiada para la innovación de la estética y los contenidos", añade la cadena a través de un comunicado.
En diciembre de 1994 dejó Telecinco y poco después fundó la productora Prime Time Communication. Esta compañía produjo las series protagonizadas por Lina Morgan Hostal Royal Manzanres y Una de dos; Tío Willy, con Andrés Pajares o el concurso infantil Pequeños grandes genios. En 1996, TVE contrató a Lazarov como asesor de programación. Fue uno de los promotores de la creación de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión (ATV) y en 2004 recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
Para Manuel Campo Vidal, presidente de la ATV, "desaparece una referencia en la historia de la pequeña pantalla", declaró ayer a Efe, y subrayó su "carácter innovador". En la misma línea se pronunció el realizador Fernando Navarrete, que coincidió con Lazarov en TVE en los años setenta. "Ha sido una figura que no se volverá a repetir". Moncho Ferrer, director artístico de Prime Time le recuerda como "un trabajador incansable" y destacó su capacidad para "descubrir y lanzar artistas". "Era un genio", remata.
Eduardo Ladrón de Guevara, que colaboró muchos años con Lazarov en distintos programas musicales -"para los que tenía un gran talento"- y en series como Tío Willy, también subraya su gran capacidad para el trabajo que era con lo que más disfrutaba "junto con las mujeres, el arroz con bogavante y el Atlético de Madrid", evoca el guionista.
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