El juez intenta archivar el caso por la explosión mortal en una fragata en 2005

El juez togado militar número 41 de A Coruña ha propuesto por segunda vez el sobreseimiento definitivo del caso abierto a raíz de la explosión ocurrida en la fragata Extremadura el 19 de diciembre de 2005, en la que murieron el cabo primero Francisco Javier Pérez Castillón y el marinero Erik Noval Gómez. El 26 de mayo el juez ya propuso archivar la causa por considerar que no hubo delito, en contra del criterio del fiscal, quien sostiene que el teniente de navío Pablo Varela Sánchez incurrió en negligencia por no personarse en el arsenal de Ferrol, donde estaba atracado el buque, ni ordenar el apagado de las calderas tras ser avisado del aumento del nivel de cloro.

El Tribunal Militar Territorial Cuarto rechazó la decisión del juez con el argumento de que no se había personado el abogado del Estado en el sumario, pese a que la explosión produjo graves daños en el buque y, de hecho, aceleró la baja en el servicio de las últimas fragatas de la clase Baleares.

Una vez que el abogado del Estado se ha personado en la causa y se ha mostrado conforme con el sobreseimiento, el juez insiste, en un auto del 31 de julio, en dar carpetazo al asunto sin ninguna responsabilidad penal. El juez admite que el teniente de navío debió acudir al buque, pero alega que su actitud no tuvo "incidencia directa en los hechos catastróficos posteriormente ocurridos", que atribuye a "grietas internas por fatiga de material" en el tubo que reventó.