Jarque vuelve a Barcelona
El Espanyol apura la vía diplomática y logra repatriar de madrugada el cuerpo del futbolista, al que ayer se le practicó la autopsia
El doctor del Espanyol, Miquel Cervera, se levantó pronto para llegar antes de las nueve de la mañana al hospital Careggi, de Florencia, y ayudar en los preparativos de la autopsia a Daniel Jarque, fallecido en la noche del sábado. "Es una experiencia durísima", repetía abatido pero firme el galeno a este diario. La autopsia se inició a las diez de la mañana, justo cuando el estadio del Espanyol abrió de nuevo la puerta 21 -dorsal de Jarque-, en la que ya había aficionados para despedirse del futbolista. Minutos más tarde, el presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, cogía un vuelo privado -tenía previsto viajar en uno regular, pero se retrasó por motivos técnicos- hacia Florencia junto al responsable del área deportiva, Germán de la Cruz, y Rafael Niubó, secretario general de la vicepresidencia de la Generalitat. Querían agilizar los trámites burocráticos para repatriar el cuerpo del futbolista. Exprimieron la vía diplomática y lo consiguieron ya de madrugada.
Ordenada la autopsia por Francesco Tei, fiscal de Florencia, la doctora Focardi terminó el examen a las dos de la tarde. "La autopsia a nivel jurídico tiene tres partes", indica Cervera; "la visual, en la que se miran los órganos y su estado; la microscópica, en la que se toman varias muestras de tejido de los órganos para analizarlas, y la bioquímica o toxicológica, para analizar los fluidos de la sangre, estomacales...". Tras el examen, un coche fúnebre llevó el cuerpo a la capilla ardiente del hospital y luego a un tanatorio. "El protocolo de los viajes internacionales", interviene Marc Donadeu, asesor personal de los servicios funerarios de Barcelona, "dice que el féretro debe ser de madera y con un recubrimiento de zinc. Un embalsamiento para que los vapores no salgan del féretro". Ése fue uno de los puntos que retrasó la repatriación. Faltaba un sanitario de la fiscalía que diera validez al cierre del ataúd.
Muchas pegas
Todo eran pegas. Desde el Instituto de Medicina Legal de Florencia se mostraron reacios porque la ley obliga a que el cuerpo esté un mínimo de tres días en Italia, el aeropuerto de Florencia no permite vuelos a partir de las diez de la noche -el Espanyol logró estirar el tope hasta más allá de las doce- y faltaba el sanitario de la fiscalía. "Todo esto es muy complicado", lamentaba el presidente Sánchez Llibre, que junto al cónsul español en Italia, Eduardo de la Iglesia, y demás autoridades -intervino el Ministerio de Sanidad- agotó la vía diplomática. "Lo mejor es que vuelva cuanto antes porque sus padres están muy afectados y su compañera también. Es un trago muy difícil de superar. Nadie está preparado para la pérdida de un hijo", sentenció Sánchez Llibre. "Es la peor experiencia para una familia", abundó Pedro Tomás, director general del club. El Espanyol instalará hoy la capilla ardiente, de 14.00 a 18.00, en el palco presidencial del estadio. Después, por deseo de la familia, habrá una ceremonia íntima.
No cesan los homenajes para Jarque. El Barça hizo ondear las banderas de La Masia y la ciudad deportiva a media asta. Desde la selección italiana -alojada en el centro de Coverciano, donde estaba el Espanyol- habló Buffon: "La amargura es enorme por un compañero desafortunado". El Espanyol avisó de que la tienda oficial no cobrará las estampaciones en las camisetas del equipo con el nombre y el dorsal de Jarque.
A última hora, el ex jugador blanquiazul Mágico Díaz, representante de Jarque, leyó un comunicado en nombre de la familia. "Gracias en nombre de Dani, la familia y Jessica [su compañera]; la pequeña Martina [el bebé que espera Jessica] algún día verá estas muestras de cariño".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.