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Las escuderías abren la posibilidad a un tercer coche

Aunque la posibilidad es remota, Luca di Montezemolo desveló ayer en La Gazzetta dello Sport que si algún día el equipo pudiera alinear un tercer Ferrari en el Mundial de F-1, el volante sería para Michael Schumacher. "Cuando se esgrimió esta opción, su nombre me vino a la cabeza", confesó el presidente de la escudería. "Por eso, cuando ocurrió el accidente de Felipe Massa me costó tan poco decidir su sustituto".

La posibilidad de contar con un tercer coche queda reflejada en el Acuerdo de la Concordia que la FOTA (Asociación de Equipos de F-1), la FIA (Federación Internacional del Automóvil) y la FOM (F-1 Management) acaban de firmar. Sin embargo, es sólo una hipótesis improbable. En el reglamento se especifica que en la parrilla habrá como mínimo 20 coches. Los que falten se cubrirán con terceros coches de las escuderías elegidas en un sorteo entre las del paddock.

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A pesar de la baja anunciada de BMW Sauber, la parrilla de 2010 tendrá 13 equipos -si Sauber no logra salvar el suyo, se incorporará uno nuevo que podría ser Epsilon de Villadelprat-, lo que supone 26 coches. Aunque se especula con que Renault acabe renunciando y alguno de los nuevos equipos también podría hacerlo, la parrilla nunca tendría menos de 20 coches.

El Acuerdo de la Concordia reduce el poder del presidente de la FIA y obliga a consensuar las decisiones relativas a la F-1. La tasa de inscripción se fija en 309.000 euros; pero la superlicencia de los pilotos baja hasta 1.609 euros más 447 por cada punto logrado en el campeonato precedente. El Acuerdo de la Concordia tendrá vigencia hasta enero de 2012.

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