Las fiestas de agosto se salvan de los recortes impuestos por la crisis

Mañana, la bajada de Celedón sobre la multitud congregada en la Plaza de la Virgen Blanca en Vitoria marcará el inicio de un agosto de festejos casi ininterrumpidos en Euskadi. Las tres capitales vascas se suceden en la celebración de sus fiestas mayores en un mes en el que los fastos llegan a casi todos los rincones de Euskadi. Pese a la crisis y los malos augurios económicos para después de las vacaciones, los municipios de mayor tamaño han decidido mantener el gasto en festejos al margen de los recortes de otras áreas. La excepción es San Sebastián, aunque este Ayuntamiento insiste en que la calidad se mantiene pese al recorte y proclama la misma consigna que el resto: las fiestas puede ser motor de la reactivación económica y el dinero que suponen es una "inversión".

La Aste Nagusia es el motor económico de Bilbao en agosto, según el consistorio

San Sebastián ha recortado el gasto en fiestas siguiendo el ejemplo del Jazzaldia

"Por cada euro gastado en Aste Nagusia hay diez de beneficio". Este mantra lo repiten cada vez que se acerca agosto todas las partes implicadas en la celebración de las fiestas de Bilbao, consistorio incluido. En realidad, la cifra es algo inexacta y se queda corta. Un estudio encargado por el propio Ayuntamiento estima que por cada euro invertido en Aste Nagusia se generan 13,5 de PIB y 2,14 en concepto de recaudación de impuestos. Bilbao cuenta con el mayor presupuesto para celebraciones de todas las ciudades vascas. Gastará 3,13 millones en una semana grande, que se prolongará del 14 al 23 de agosto. La fiesta bilbaína, elevada por aclamación a la categoría de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en una votación celebrada a nivel nacional en la que quedó por encima de los Sanfermines de Pamplona o los Carnavales de Cádiz, mantiene desde 2005 su presupuesto por encima de los tres millones, incrementándose anualmente en función de la inflación. "La Aste Nagusia es el motor económico de la Villa durante el mes de agosto", mantiene la concejal de Turismo y Fiestas del Ayuntamiento de Bilbao, Isabel Sánchez Robles.

Su homóloga en Vitoria, Maite Berrocal, reconoce que la coyuntura económica "no es favorable", pero insiste en la idea de que el gasto en las fiestas, que en esta ciudad también se mantiene en los niveles del año pasado, tiene un retorno económico directo, además de los beneficios inmateriales como el "bienestar de los ciudadanos" y la "imagen" de Vitoria. "En realidad, las fiestas de La Blanca no son un gasto, sino una inversión que se recupera con la llegada de visitantes".

Los hosteleros están de acuerdo, pero con matices: no creen que el impacto de los festejos vaya a servir para salvar esta alicaída temporada. "No somos nada optimistas. Si el año pasado llegamos a un 90% de ocupación hotelera durante La Blanca, este año esperamos un 75%", señala Rafael Ugarte, gerente de la Asociación de Hosteleros de Álava. Ángel Gago, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Vizcaya, dibuja un panorama parecido para los bares o el ocio nocturno, ya que la gente "gasta con menos alegría" y limita el alcance económico positivo a aquellas zonas próximas a los espacios festivos. "Hay establecimientos que ni siquiera abren este mes".

La mayoría de municipios comparten la tesis de los consistorios de Vitoria y Bilbao, frente al planteamiento de San Sebastián, donde se ha recortado el presupuesto de la Semana Grande en 200.000 euros. Irún mantuvo la inversión en sus San Marciales de junio y Bermeo -donde el gasto en festejos por habitante, 17 euros, duplica al de Bilbao y triplica al de Vitoria- trabaja en la preparación de sus fiestas patronales de septiembre con esa misma premisa. Getxo también ha presupuestado los mismos 100.000 euros que el año pasado para "subvencionar" las fiestas de agosto en los barrios de San Ignacio, Romo y Puerto Viejo.

El alcalde donostiarra, Odón Elorza, defiende que se puede mantener una alta calidad aún recortando el gasto y pone como ejemplo el reciente festival de jazz, que ha reducido el presupuesto pero ha mantenido, en su opinión, "un nivel alto en su cartel". El programa de estas fiestas manteniene la duración y el número de actos del del año pasado.